Hace más de 15 años, Phil Hugo vivía atrapado en un ciclo de ansiedad y ataques de pánico que le dejaban agotado y sin fuerzas para disfrutar la vida. La mente parecía una tormenta que no se calmaba nunca. Hoy es experto en nutrición cetogénica y ayuno intermitente, conferencista y coach en salud integral, pero en aquel entonces nada de eso existía: solo confusión, miedo y desesperación.
Mudarse a Madrid y empezar la Facultad de Farmacia fue, sin saberlo, el primer paso hacia un cambio radical. En medio del caos mental, Phil decidió escuchar a su cuerpo. Eliminó arroz, pan, pasta y ultraprocesados. No seguía ninguna dieta de moda ni consejos de redes sociales; simplemente probó, observó y adaptó. Los resultados fueron inmediatos: los problemas digestivos desaparecieron, la ansiedad se calmó y, por primera vez en años, recuperó concentración y ganas de moverse y hacer deporte. “Fue como si alguien hubiera abierto las ventanas de mi mente y dejara entrar aire fresco”, recuerda Phil.
Qué es la dieta cetogénica y por qué funciona

La dieta cetogénica, o Keto, es más sencilla de lo que parece: se trata de reducir los carbohidratos y aumentar proteínas y grasas saludables. Piensa en verduras frescas, frutos rojos, pescado azul, carne blanca, aceite de oliva y aguacate.
Lo increíble es que, al reducir carbohidratos, el cuerpo empieza a producir cetonas, moléculas como el beta hidroxibutirato. Estas cetonas funcionan como una “segunda gasolina” para el cerebro, el corazón y los músculos. Son energía constante, limpia y que protege tu mente y tu cuerpo. Además, tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes, ayudando a prevenir problemas de ansiedad, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la diabetes tipo 2.
Un detalle que Phil destaca al empezar la dieta es la importancia de la sal. Al bajar la insulina, el cuerpo retiene menos sodio. Si no compensas, pueden aparecer dolores de cabeza o molestias digestivas. “Pequeños detalles como este marcan la diferencia,” dice Phil, con esa naturalidad que hace sentir que te habla directamente a ti.
La alimentación moderna bajo la lupa

Phil no se guarda su opinión: “Nunca hemos comido seis veces al día.” El desayuno tal como lo conocemos nació en la Revolución Industrial, pensado para obreros que trabajaban fuera todo el día. Hoy desayunamos, picamos, almorzamos, merendamos… todo mientras estamos sentados, y con reservas de grasa que ni usamos. ¿Tiene sentido? Yo creo que no.
Esa alimentación constante, sumada al sedentarismo y a los ultraprocesados, ha disparado la obesidad, la prediabetes y otros problemas modernos. La reflexión de Phil es clara: a veces, comer menos y de forma más estratégica es más saludable que seguir comiendo como dicta la sociedad.
Errores comunes y cómo evitarlos
Optimizar la dieta Keto es clave. Muchos cometen errores como:
- Exceso de grasas saturadas.
- Proteínas o minerales insuficientes.
- Ignorar los carbohidratos estratégicos en deportistas.
Phil explica que algunos solo siguen tendencias de redes sociales y terminan con el colesterol LDL por las nubes. La solución: introducir carbohidratos limpios de manera estratégica y moderar las grasas saturadas. Todo con sentido común.
El ayuno intermitente, combinado con Keto, potencia aún más los resultados. Permite hacer solo dos comidas al día, facilita un déficit calórico sin contar calorías y da un respiro al sistema digestivo. Phil aclara algo importante: problemas como pérdida de cabello o desequilibrios hormonales no se deben al ayuno de 16 horas, sino a romperlo mal. Recomienda vinagre de manzana y colágeno hidrolizado para mejorar digestión, absorción de minerales y sensación de saciedad.
Ayunos prolongados: lo que nadie te dice

Aunque los ayunos largos aumentan la producción de cetonas y la autofagia, Phil advierte: pasarse de tres días puede afectar la tiroides y elevar el cortisol. No son un “detox milagroso”; son herramientas que deben usarse con inteligencia.
Suplementos esenciales para cuerpo y mente
Phil comparte sus cinco suplementos imprescindibles: magnesio, colágeno hidrolizado, creatina, vitamina C y omega 3. Ayudan a la función cerebral, la salud cardiovascular, la digestión, la masa muscular y reducen ansiedad y depresión. Para presupuestos limitados, prioriza creatina, colágeno y magnesio.
Escucharse a uno mismo es la clave
“Cuidar la alimentación, tomar sol y respetar el ayuno crea un terreno fisiológico que nos da libertad sobre nuestros pensamientos y claridad mental,” concluye Phil. Su historia demuestra que pequeños cambios, estratégicos y escuchando a tu cuerpo, pueden transformar nuestra salud física y mental de manera profunda. Y lo mejor: nunca es tarde para empezar a escucharte de verdad.