miércoles, 8 octubre 2025

Dr. Carlos Benítez (49), neurólogo: «Ese temblor en el párpado no son nervios, ni estrés, es tu cuerpo que avisa de una deficiencia crítica que precede al deterioro cognitivo»

El magnesio es un mineral crucial para la función muscular y la protección del cerebro a largo plazo. Aumentar el consumo de alimentos como espinacas, almendras o aguacates puede corregir la deficiencia.

Ese molesto temblor en el párpado que aparece sin avisar y achacas a una mala noche o a esa reunión tan tensa podría ser mucho más que una simple anécdota. Lo que todos hemos descartado como una respuesta a los nervios es, según el neurólogo Dr. Carlos Benítez, una llamada de atención que no deberíamos ignorar. ¿Y si ese pequeño espasmo fuera en realidad la primera ficha de un dominó que no quieres ver caer?

La mayoría lo sufrimos y lo dejamos pasar, pero este especialista insiste en que detrás de ese ojo que tiembla se esconde un mensaje urgente de nuestro organismo. A menudo, ese temblor es la manifestación de una deficiencia nutricional crítica que, de no corregirse, podría estar abonando el terreno para problemas futuros mucho más serios. El Dr. Benítez lo tiene claro: «es tu cuerpo que avisa de una deficiencia crítica que precede al deterioro cognitivo».

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PARPADO: LA SEÑAL QUE TU CUERPO TE GRITA EN SILENCIO

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Puede que el nombre técnico, mioquimia palpebral, te suene a chino, pero la sensación es universal: una vibración fina y persistente en el músculo del párpado que resulta tan irritante como desconcertante. El Dr. Carlos Benítez apunta a que, lejos de ser un fallo muscular aislado, esta contracción es una de las primeras señales de alarma de un déficit de magnesio, un mineral indispensable para la correcta comunicación entre nervios y músculos.

Lo curioso es que hemos normalizado este síntoma hasta convertirlo en parte del paisaje de nuestra vida ajetreada. Culpamos a la pantalla del ordenador, a la falta de sueño o al exceso de cafeína, y en parte tenemos razón, pero no por los motivos que creemos. Según la advertencia del neurólogo, estos factores actúan como ladrones que agotan nuestras reservas de magnesio, dejando al descubierto el verdadero problema de fondo que se manifiesta en esa contracción involuntaria.

¿POR QUÉ EL MAGNESIO ES EL GUARDIÁN DE TU CEREBRO?

Este mineral es mucho más que un simple nutriente. Entender su papel en nuestro sistema nervioso es fundamental para comprender la importancia de un temblor en el párpado. Fuente: Freepik
Este mineral es mucho más que un simple nutriente. Entender su papel en nuestro sistema nervioso es fundamental para comprender la importancia de un temblor en el párpado. Fuente: Freepik

Imagina el magnesio como el interruptor que calma tu sistema nervioso. Actúa como un guardián en las terminaciones nerviosas, evitando que se disparen de forma errática y descontrolada. Cuando sus niveles son bajos, ese control se pierde y los nervios se vuelven hiperexcitables, provocando tics como el del párpado. En palabras del Dr. Benítez, el magnesio funciona como un relajante neuromuscular natural y su ausencia es lo que permite que se produzcan estos espasmos.

Pero su función va mucho más allá de un simple músculo ocular. Este mineral es un protector nato de nuestras neuronas, un escudo contra el estrés oxidativo y la sobreestimulación que pueden dañarlas a largo plazo. Por eso, el Dr. Benítez es tan tajante al vincular su carencia con la salud cognitiva: un cerebro con niveles óptimos de magnesio está mejor preparado para resistir el paso del tiempo, manteniendo la agilidad mental y la memoria.

MÁS ALLÁ DEL ESTRÉS: EL ENEMIGO INVISIBLE EN TU DIETA

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Es cierto que el estrés crónico consume magnesio a una velocidad alarmante, creando un círculo vicioso: a menos magnesio, más ansiedad y peor respuesta al estrés, lo que a su vez agota aún más las reservas y hace que tu párpado no pare de temblar. El neurólogo insiste en que, si bien el estrés es un detonante, la verdadera causa es una ingesta insuficiente para cubrir las demandas del cuerpo, una carencia que el ajetreo diario solo se encarga de agravar.

El problema de fondo reside en la alimentación moderna. Los suelos agrícolas cada vez más empobrecidos y el auge de los alimentos ultraprocesados han hecho que obtener la cantidad diaria recomendada de magnesio sea un verdadero desafío. Lo que advierte el Dr. Benítez es que muchas dietas consideradas «normales» son en realidad deficitarias en este micronutriente esencial, sentando las bases para problemas que empezarán con un simple espasmo en el ojo.

¿CÓMO RECARGAR TUS DEPÓSITOS Y BLINDAR TU MENTE?

La buena noticia es que revertir esta situación está al alcance de tu mano. Corregir esta deficiencia es más sencillo de lo que parece y puede marcar un antes y un después en tu bienestar. Fuente: Freepik
La buena noticia es que revertir esta situación está al alcance de tu mano. Corregir esta deficiencia es más sencillo de lo que parece y puede marcar un antes y un después en tu bienestar. Fuente: Freepik

La solución más directa y efectiva para frenar ese temblor en el párpado es llenar tu despensa de alimentos que sean auténticas bombas de magnesio. No hablamos de nada exótico: verduras de hoja verde como las espinacas, frutos secos como las almendras, legumbres, aguacates y hasta el chocolate negro puro. Según los expertos como el Dr. Benítez, incorporar estos alimentos de forma regular es el primer paso para restaurar el equilibrio neuromuscular.

En algunos casos, cuando la deficiencia es más acusada o la dieta no es suficiente, la suplementación puede ser una herramienta útil para recuperar los niveles óptimos y decirle adiós al molesto tic en el párpado. No obstante, el neurólogo es claro al respecto: la suplementación siempre debe ser pautada y supervisada por un profesional de la salud para ajustar la dosis correcta y asegurar su eficacia sin correr riesgos innecesarios.

EL EFECTO DOMINÓ: DE UN SIMPLE TIC A LA SALUD DEL MAÑANA

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Al final, todo se reduce a interpretar las señales. Ese temblor que hasta ahora te parecía insignificante es en realidad un mensajero, una pieza de un puzle mucho más grande que abarca desde tu energía diaria hasta tu agilidad mental a largo plazo. Como bien recalca el Dr. Carlos Benítez, ignorar las pequeñas alarmas del cuerpo es renunciar a la medicina más poderosa: la prevención y el cuidado proactivo de nuestra salud neurológica.

Así que la próxima vez que sientas esa vibración incontrolable en el párpado, no te limites a esperar a que pase. Considéralo el punto de partida, no para la preocupación, sino para la acción. Es el momento de preguntarte si estás dándole a tu cuerpo y a tu cerebro el combustible que realmente necesitan para funcionar no solo hoy, sino para mantenerse fuertes y lúcidos durante las décadas que están por venir.


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