Durante siglos, la humanidad se ha preguntado qué sucede después de la muerte. Sin embargo, solo unos pocos han podido describir esa frontera desde una experiencia directa. Entre ellos se encuentra Àlex Gómez-Marín, un físico teórico español de 44 años que, tras sufrir una grave hemorragia, asegura haber vivido una experiencia cercana a la muerte que cambió su manera de entender la ciencia, la conciencia y la propia existencia.
Lo que comenzó como un episodio clínico terminó convirtiéndose en un punto de inflexión personal y profesional. Desde su encuentro cercano con la muerte, este investigador ha dedicado su tiempo a estudiar lo que él llama la ciencia de lo imposible, una nueva forma de explorar los márgenes de la conciencia y los límites del conocimiento humano.
2Los márgenes de la conciencia: una nueva ciencia para mirar la muerte

A raíz de su vivencia, Gómez-Marín se unió a una comunidad internacional de científicos que estudia la muerte y los fenómenos asociados a ella: desde la lucidez terminal hasta la telepatía o los recuerdos de vidas anteriores. Lo que antes era tabú, hoy empieza a abordarse con una mirada más abierta y rigurosa. Según explica, los hospitales se han convertido en verdaderos laboratorios para observar lo que ocurre en los momentos límites de la vida.
El físico asegura que la sociedad evita hablar de la muerte por miedo y por una cultura que busca esconderla. “A los enfermos terminales se los aparta porque no hay nada que hacer con ellos. A los muertos se los maquilla. Vivimos de espaldas a la muerte, aunque sea lo más seguro que tenemos”, reflexiona.