La economía española vive un momento de transformación y automatización en medio de un entorno global incierto. A pesar de los retos derivados de la inflación, los conflictos internacionales y la escasez de componentes, las compañías nacionales están demostrando una notable capacidad de adaptación.
Según un estudio elaborado por reichelt elektronik, uno de los principales distribuidores europeos de tecnología, el 40% de las empresas españolas invierte en automatización con el objetivo de mejorar su eficiencia y reforzar la resiliencia de sus operaciones.
La automatización se ha convertido en una herramienta estratégica para mantener la competitividad y garantizar la continuidad de los procesos productivos. En un contexto en el que el 94% de las empresas ha sufrido interrupciones en sus cadenas de suministro, invertir en tecnología ya no es una opción, sino una necesidad para sostener el crecimiento.
La resiliencia industrial frente a la crisis global
España se encuentra en una posición relativamente ventajosa respecto a otras economías europeas. Mientras países como Alemania o Italia registran una media de más de 25 días de parón productivo al año, las empresas españolas han logrado reducir este tiempo a 17 días.
Esta eficiencia se debe, en parte, a una mayor flexibilidad y a una apuesta creciente por soluciones tecnológicas y por la automatización, que permiten adaptarse más rápido a los cambios del mercado.
Sin embargo, los desafíos persisten. La escasez de materiales, especialmente semiconductores y piezas de repuesto, afecta a un 32% de las empresas. A ello se suman el aumento del coste energético y la presión de competidores con precios más bajos, que colocan a muchas compañías bajo un estrés financiero considerable.
Aun así, el 66% de las empresas españolas confía en que la situación mejorará durante los próximos doce meses, una cifra que supera a la de otros países del entorno europeo.

La automatización como motor de eficiencia y adaptación
El 40% de las empresas españolas invierte en automatización y otro 48% planea hacerlo próximamente, según el informe. Las áreas más beneficiadas son la gestión de inventarios, la tramitación de pedidos y el seguimiento logístico, procesos donde la digitalización reduce errores, agiliza operaciones y mejora la trazabilidad.
Además, un 43% de las compañías ha optimizado las herramientas automatizadas que ya tenía implementadas, lo que demuestra una madurez creciente en la adopción de tecnología.
Estas soluciones no solo permiten ahorrar tiempo, sino también reforzar la seguridad de la información, mejorar la comunicación entre departamentos y anticipar problemas antes de que afecten a la producción.
No obstante, aún existen barreras que frenan la expansión de la automatización. La inversión inicial necesaria, la dependencia de proveedores tecnológicos y las preocupaciones sobre ciberseguridad son los principales obstáculos señalados por las empresas.
También influyen los desafíos organizativos, como la resistencia al cambio o la dificultad para integrar las nuevas herramientas con los sistemas existentes.
Europa como refugio y oportunidad para la automatización
La inestabilidad geopolítica ha impulsado a muchas empresas a fortalecer sus lazos dentro de Europa. El 46% ha establecido nuevas alianzas con compañías del norte y centro del continente, mientras que un 38% planea hacerlo en los próximos meses.
Estas colaboraciones buscan reducir la dependencia de mercados externos y reforzar un marco de cooperación más estable y autosuficiente.
Las compañías españolas reclaman además mayor apoyo institucional, también para invertir en automatización. Casi la mitad pide medidas para fortalecer el mercado único europeo, agilizar la burocracia y aumentar la capacidad de producción de componentes estratégicos dentro del continente.
También solicitan mayor inversión en digitalización, innovación y formación tecnológica, elementos esenciales para consolidar la soberanía industrial europea.
Un futuro industrial más automatizado y sostenible
El estudio de reichelt elektronik evidencia un cambio profundo en la forma de entender la competitividad empresarial. Invertir en automatización no solo ayuda a reducir el coste operativo, sino que impulsa la innovación y la sostenibilidad a largo plazo. Las empresas que digitalizan sus procesos se vuelven más ágiles, más seguras y más capaces de anticipar crisis futuras.
El 40% de las empresas ha comprendido que la tecnología es el mejor escudo frente a la incertidumbre global. La combinación de inversión inteligente, diversificación de proveedores y adopción de soluciones digitales marcará el rumbo de la industria en los próximos años.
En este escenario, qué duda cabe que la capacidad de adaptación será la diferencia entre sobrevivir o liderar la nueva era industrial europea.