La firma deportiva Lululemon está perdiendo atractivo. Una situación que pende de un hilo y que desde la propia compañía señalan que su oferta de productos, es decir, de ropa y calzado, se ha vuelto obsoleta, lo que demuestra que la actitud de los consumidores hacia Lululemon no es casualidad.
El problema es que Lululemon cuenta con una base de costes fijos más alta gracias a años de construcción de establecimientos más grandes, ventas máximas por metro cuadrado, cuatro veces el promedio del centro comercial, y márgenes máximos que llevan a un beneficio por acción que seguirá incumpliendo objetivos.
«Continuamos observando un impulso positivo en general en nuestras regiones internacionales durante el segundo trimestre, estamos decepcionados con los resultados de nuestro negocio en Estados Unidos, y con algunos aspectos de la ejecución de nuestros productos. Hemos evaluado detenidamente las causas de nuestro bajo rendimiento, y seguimos tomando las medidas necesarias para fortalecer nuestra gama de productos y acelerar nuestro negocio», explica el director ejecutivo de Lululemon, Calvin McDonald.

LULULEMON YA NO ES RIVAL NI PARA ADIDAS NI PARA NIKE
En este contexto, América continúa deteriorándose, con una caída de las ventas comparables del 3% en el segundo trimestre, frente al 2% del primer trimestre, y al 0% del cuarto trimestre de 2024, lo que marca una caída constante en la región más grande para Lululemon que aproximadamente cuenta con el 70% de las ventas totales de la compañía.
No obstante, Lululemon se mantiene enfocada en impulsar la innovación de productos e impulsar el crecimiento internacional, como se ha podido observar en las ventas de China, apuntándose un 25% de esas ventas en el segundo trimestre de 2025. La compañía está evitando hablar sobre la situación en Estados Unidos.
El mercado norteamericano de Lululemon continúa desacelerándose e impacta su oportunidad de crecimiento, que se ve presionada aún más por la creciente competencia
Concretamente, la situación en Estados Unidos es complicada. La compañía ha retirado clientes clave y ha disminuido el tráfico, y es que tanto en los establecimientos físicos como en el comercio electrónico se han ralentizado estos dos factores durante el segundo trimestre. Los expertos hablan de la situación como ‘una desconexión importante’.
Asimismo, Lululemon ha querido dejar claro que la oferta de ropa informal que tienen se ha vuelto obsoleta, lo que ha resultado en una respuesta moderada del consumidor. «Lululemon ha reconocido la intensificación de la competencia, con muchos actores en el mercado ofreciendo productos informales similares», expresan los analistas.

Si bien, dichos problemas con la competencia ya no se ignoran por parte de la firma de retail, cosa que antes sí hacían. «Seguimos siendo escépticos de que la aceleración de la oferta de nuevos estilos informales con el objetivo de aumentar la oferta del 23% al 35% para la primavera tenga éxito», remarcan los expertos de Jefferies.
El margen bruto del segundo trimestre en Lululemon cayó 110, puntos básicos hasta el 58,5%, frente a los máximos de aproximadamente el 60% de 2024, debido a la presión ejercida tanto por los aranceles como por las rebajas. Siguiendo esta línea, los expertos ven un riesgo continuo de mayor compresión, ya que Lululemon se enfrenta a múltiples obstáculos en medio de una desaceleración de las ventas.
Otro de los problemas que persiste en Lululemon es la inestabilidad de su inventario. Los altos descuentos provocaron una erosión del margen de aproximadamente 60 puntos básicos en el segundo trimestre, por encima del plan que tenía la propia firma deportiva. El inventario aumentó un 21% interanual frente a un crecimiento del 7% en las ventas, lo que genera un diferencial de aproximadamente 1.400 puntos básicos, que indica una rotación lenta del producto y la posibilidad de nuevas rebajas.
PREVISIONES Y EL PROBLEMA DE LOS ARANCELES
En este sentido, Lululemon reduje nuevamente sus previsiones para el ejercicio fiscal de 2025. La compañía prevé unas ventas y unas ganancias por acción de entre 10.700 y 10.900 euros, y de entre 12,66 y 12,87 euros. Asimismo, esto provoca que los analistas del mercado revisen sus previsiones para la compañía a la baja a medida que los objetivos se siguen reduciendo.
«Estamos afrontando desafíos en todo el sector, como el aumento de las tasas arancelarias. Ante esta dinámica, estamos revisando nuestras previsiones para el año completo. Al comenzar el segundo semestre del año, nuestra marca y nuestro balance general se mantienen sólidos, y seguiremos ejerciendo disciplina financiera e invirtiendo estratégicamente en nuestro potencial de crecimiento», expresa la directora financiera de Lululemon, Meghan Frank.

Por otro lado, los aranceles son un problema, y para Lululemon se han convertido en un nuevo obstáculo. La gerencia de la firma de retail canadiense ha señalado el reciente aumento de los aranceles de importación como factor clave para el recorte de sus previsiones. La firma de moda deportiva prevé una reducción de aproximadamente 220 puntos básicos en el margen bruto del año fiscal de 2025, lo que equivale a 230 millones de euros en costes, lo que supone un nuevo reto para mantener márgenes elevados.
«Los resultados reales podrían diferir significativamente de estas estimaciones si se modifican las tasas arancelarias, los ahorros en el abastecimiento, la demanda de los consumidores o el momento de los cambios regulatorios», expresan desde la propia compañía canadiense, Lululemon.