En España, el sector del tatuaje mueve cerca de 200 millones de euros al año, una cifra que demuestra el auge de un arte que ya ha dejado de ser marginal para convertirse en un fenómeno social y económico. Sin embargo, detrás del brillo de las tintas y las pieles ilustradas, se esconde una realidad mucho más compleja de lo que muchos imaginan.
El tatuaje es pasión, pero también es negocio. Y como todo negocio, tiene sus luces y sombras: la competencia feroz, la inversión inicial, los gastos fijos, y un sinfín de detalles que determinan si un artista puede vivir bien de su oficio o apenas sobrevivir entre agujas.
1El arte del tatuaje también paga facturas
Convertirse en tatuador en España puede ser rentable, pero no es sencillo. Un estudio de tatuaje puede facturar entre 4.000 y 18.000 euros mensuales, dependiendo de la temporada, la clientela y la reputación de quien sostiene la máquina. Pero a esa cifra hay que restarle el alquiler, los seguros, los impuestos y la recogida de material sanitario, que elevan los gastos a más de 6.000 euros al mes.
Lorena, tatuadora desde 2008 y dueña de un estudio en Mallorca, lo explica con claridad: “Aquí se puede vivir muy bien, pero hay que dedicarle cuerpo y alma. No es solo dibujar sobre piel; es mantener un negocio, pagar seguros, cumplir normas sanitarias y, sobre todo, respetar la profesión”.
Un tatuaje pequeño puede costar unos 60 euros, de los cuales solo quedan 20 limpios tras cubrir materiales e impuestos. En cambio, una sesión completa puede superar los 500 euros, especialmente si se trata de un diseño grande que requiere varias jornadas de trabajo. La rentabilidad, sin embargo, varía tanto como la destreza del artista. “Una vez cobré 700 euros por cuatro palabras, pero fue una excepción. Lo normal es ganar lo justo por las horas que pasas aquí dentro”, comenta Lorena.
La clave del éxito, según ella, está en equilibrar la creatividad con la gestión: “Alquilar espacios dentro del estudio a otros tatuadores o incorporar servicios como piercings y eliminación de tatuajes ayuda a diversificar los ingresos y mantener el negocio estable durante todo el año”.