El carpintero metálico es un oficio que combina tradición, técnica y creatividad. En España, estos profesionales trabajan tanto en la fabricación como en la reparación de estructuras metálicas, desempeñando un papel clave en la construcción y el mantenimiento de hogares y espacios públicos. Su labor exige precisión, conocimientos técnicos y pasión por los materiales, elementos que convierten cada proyecto en una obra tangible y funcional.
Aunque la profesión ha evolucionado con el tiempo, la experiencia de quienes emigraron a España durante el boom inmobiliario demuestra que, más allá de la habilidad, la oportunidad fue un factor crucial. Jorge, un carpintero metálico colombiano con más de veinte años de trayectoria en nuestro país, recuerda con nostalgia aquellos tiempos donde la demanda de trabajo era alta y permitía elegir proyectos con libertad.
1De camarero a carpintero metálico: la historia de Jorge
Jorge llegó a España con estudios en mecánica automotriz, pero su primer empleo fue en una cafetería, trabajando como camarero los fines de semana. Sin embargo, un encuentro fortuito con el jefe de su padre lo encaminó hacia la soldadura, disciplina que lo atrapó desde el primer momento y definió su carrera como carpintero metálico. «Aprender a soldar fue un desafío, pero nunca lo solté», recuerda. La pasión por construir y ver materializadas sus creaciones lo convirtió en un especialista que, hoy, domina tanto la práctica como la teoría del oficio.
El carpintero metálico en España cuenta con ventajas que no siempre existen en otros países, como el fácil acceso a herramientas modernas y maquinaria de precisión. Jorge menciona que, mientras en Colombia algunas máquinas eran casi inaccesibles, en España pudo adquirir equipos esenciales como sierras eléctricas o soldadoras a plazos, lo que le permitió desarrollar su oficio con mayor rapidez y eficiencia. Para él, cada estructura, puerta o reja que realiza es una pequeña victoria que refleja su dedicación y habilidad.
