El mundo de la crónica social vuelve a encenderse tras las declaraciones de Belén Esteban, que ha destapado lo que, según ella, muy pocos conocían acerca de la boda de María Pombo. La llamada “princesa del pueblo” ha puesto sobre la mesa un detalle que, aunque ocurrido hace varios años, todavía mantiene cierto halo de misterio y genera debate en torno a la manera en la que funcionan las exclusivas de las revistas más importantes del país. La de San Blas no ha tenido reparos en recordar aquel día tan señalado de su vida, cuando se dio el “sí, quiero” con Miguel Marcos, y cómo coincidió en esa misma jornada con una de las influencers más reconocidas de España, lo que originó un enfrentamiento silencioso pero evidente por algo tan mediático como una portada de la revista ¡Hola!.
1El bombazo de Belén Esteban

El relato arrancó en el programa “No somos nadie” (Quickie), donde se proyectaron imágenes del enlace de Belén Esteban. Al verlas, ella misma comentó con nostalgia: «Qué guapa iba, qué delgada estaba». En aquellas fotografías históricas aparecía una Esteban emocionada y radiante, convertida en protagonista de un acontecimiento que tuvo seguimiento en toda la prensa. Lo que pocos recuerdan es que, en la misma portada que recogía aquella boda, aparecía también María Pombo, cuya celebración nupcial tuvo lugar el mismo día. Dos figuras de perfiles distintos, pero ambas con gran tirón mediático, compartieron la primera plana de una de las publicaciones más influyentes del corazón. Sin embargo, lo que parecía un gesto anecdótico escondía un trasfondo mucho más complejo: las negociaciones económicas, los compromisos con las partes y el pulso soterrado por ocupar el lugar de privilegio.
Según confesó Belén Esteban, la revista tenía previsto dar a María Pombo un espacio protagonista en su número de esa semana. Pero la de San Blas reveló que, a última hora, se le confirmó que sería ella quien encabezaría la portada principal. «Me confirmaron que mis fotos serían las principales, que la portada era para mí», relató con total claridad en el plató, sorprendiendo a muchos de los presentes. Esa decisión, según explicó, se la comunicaron el mismo día de su boda, cuando ya estaba envuelta en el torbellino de emociones de la ceremonia y los preparativos. El detalle no es menor, porque deja entrever que en los despachos de la editorial se produjo un cambio de estrategia de última hora que afectó directamente a la imagen pública de la influencer.