lunes, 6 octubre 2025

Tania, repartidora de Glovo: «Con la lluvia el trabajo se duplica pero las ganancias se triplican»

En nuestro país, cuando la lluvia golpea fuerte y el frío atraviesa la ropa, la mayoría de las personas busca refugiarse en casa. Sin embargo, para Tania, repartidora de Glovo, esos días son una oportunidad de oro. Entre calles mojadas y temperaturas que enfrían las manos, ella asegura que “con la lluvia el trabajo se duplica, pero las ganancias se triplican”.

Colombiana, madre soltera y residente en la capital española, Tania es una de esas trabajadoras que no se rinden. Su rutina es dura: soportar la inclemencia del clima sobre una moto mientras reparte pedidos que van desde llaves olvidadas hasta ramos de flores. Pese a la dureza del oficio, lo afronta con optimismo y con la certeza de que cada sacrificio vale la pena.

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Glovo y el sacrificio de rodar bajo la lluvia

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En su día a día, Tania explicó en el canal @Elandrevlog que Glovo es más que una aplicación en el móvil: es su principal fuente de ingresos y la herramienta que le permite sostener a su hijo en un país al que llegó para empezar de cero. Aunque también colabora con otras plataformas, asegura que con Glovo se siente más cómoda y logra organizar mejor su jornada.

La rutina cambia drásticamente cuando llueve. Con las calles resbaladizas, la conducción se vuelve peligrosa y cada entrega demanda más esfuerzo. Aun así, lo que para otros es un obstáculo, para ella significa un beneficio. La aplicación multiplica tarifas y bonos, lo que eleva las ganancias de manera considerable. Un pedido que en condiciones normales se paga a 4 euros puede superar fácilmente los 15 cuando el mal tiempo se adueña de la ciudad.

Con botas impermeables, pantalón térmico y una moto que es su principal compañera de batalla, Tania asegura que cada jornada es distinta. Hay días en los que apenas suma 30 euros, y otros en los que alcanza los 170, todo dependiendo del clima, la demanda y la suerte de las rutas.

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