Mientras que la nueva ‘ley taxi’ que espera por su votación en el Parlament de Cataluña, una ley empujada por Salvador Illa y aplaudida desde el ala más beligerante del sector del taxi, las empresas y trabajadores afectados empiezan a buscar estrategias para defenderse. En este caso la empresa que ha dado el paso ha sido Bolt, una de las plataformas clave de «nueva movilidad», quien de la mano de la organización ‘La ciudad que nos mueve’ ha presentado un documento señalando el efecto que la nueva ley tendrá sobre trabajadores del sector, y sobre otras industrias afectadas por lo que se traduciría en la desaparición de las nuevas VTC de la Generalitat.
Quizás los nombres que más destacan en el texto son las organizaciones relacionadas a la restauración y ocio nocturno. La presencia de Cerveceros de España o España de Noche, dos patronales clave de este espacio, recuerdan que la desaparición de las plataformas como Uber, Cabify y Bolt tendría también un efecto directo en sus negocios, y, por tanto, en puestos de trabajo y recolección de impuestos en la ciudad.
«El marco planteado hace que Barcelona pierda competitividad respecto a otras ciudades europeas, justo en el momento en que actores públicos y privados queremos relanzar la marca de nuestras ciudades en torno a la movilidad sostenible, inteligente e inclusiva. Mientras que otras grandes urbes, con las que competimos, debaten sobre la movilidad del futuro, en Barcelona la dinámica parece centrarse en recortar opciones de movilidad presentes y ampliamente aceptadas, como son las VTC, sin abordar la modernización de un sector tan importante como el taxi», ha expresado el portavoz de la agrupación, Vicente Pizcueta.
El texto, firmado por un total de catorce entidades que defienden representar en torno al 20% del PIB catalán, insiste en revisar de nuevo la ley y adecuarla a la realidad de los usuarios y conductores. En el mismo señalan además que la mayoría de los catalanes considera que su movilidad nocturna no está cubierta con las soluciones actuales, y que estaría peor si desaparecieran los vehículos particulares. Es un dato clave, sobre todo en una ciudad donde, a pesar de algunas protestas al respecto, el ocio y el turismo siguen siendo motores clave de su economía.

De momento defienden revisar la ley cuando todavía hay posibilidad. En particular, piden revisar la posibilidad de las plataformas de la nueva movilidad de seguir realizando trayectos urbanos. Es un punto que también han defendido desde Cabify, Bolt o Unauto VTC, señalando que la decisión de prohibirlos no solo los expulsa tácitamente de la ciudad, sino que además reduce las opciones para moverse en caso de grandes eventos, o incluso fines de semana de mucho movimiento.
ELITE TAXI DEFIENDE EL BORRADOR DE LEY
Como es de esperarse, uno de los grandes defensores de la ‘ley taxi’ en la Generalitat, el grupo Élite Taxi, liderada por Tito Alvarez, no solo ha respondido a la declaración de ‘La CIudad que nos Mueve’, sino que directamente han querido ridiculizar a la agrupación. «Estos “motores económicos” pretenden convencernos de que sin las VTC nocturnas Barcelona se hundirá: que no habrá conciertos, que los restaurantes cerrarán y que la ciudad quedará atrapada en una especie de apocalipsis de falta de Ubers. Un drama digno de telenovela, pero no de política seria», han escrito en sus redes sociales.
Es cierto que no presentan ningún dato sobre el efecto que podría tener la desaparición de estas plataformas en la ciudad, tampoco lo han hecho desde el PSC y demás partidos que defienden la nueva ley. Desde Élite Taxi simplemente defienden que Uber, Cabify y Bolt tienen un modelo de negocio precario para los trabajadores, es un tira y afloja que ha hecho que en unas comunidades se busque la expulsión de las VTC y en otras su regulación.
BOLT: UNA DE LAS CARAS MÁS VISIBLES CONTRA LA NUEVA LEY
Lo cierto es que Bolt ha señalado varias veces el daño que generaría para el sector, para la Generalitat y para los conductores. Junto a Cabify han querido poner el ojo en los cerca de 7.000 empleos que se perderían con la eliminación de estas licencias, y sobre la necesidad de más opciones de transporte, en particular en la Ciudad Condal, donde defienden que se necesitan más taxis y más VTC.
Por su lado, tanto Uber como Freenow se han movido para captar taxistas en sus aplicaciones. Es una estrategia que, al menos de momento, les permitirá mantenerse a flote en la Generalitat a la espera de un cambio en la normativa. De momento es una solución temporal que protege la marca en estas zonas.