Cuidar nuestra salud bucodental es un acto de responsabilidad diaria que va más allá de la estética. Mantener los dientes fuertes y sanos no solo previene dolor o molestias, sino que protege nuestra salud general. Cepillarse correctamente, usar hilo dental y evitar hábitos que dañen la dentadura son prácticas esenciales. Sin embargo, incluso con cuidado, un accidente puede ocurrir: una pieza dental puede romperse en cualquier momento, y la forma en que actuemos marcará la diferencia.
La ortodoncista Almudena Herraiz advierte sobre la importancia de conservar los fragmentos de un diente roto y acudir rápidamente al dentista. En su cuenta de TikTok (@almuherrizortodoncia), explica que muchas personas pierden piezas dentales por descuido, pero una pieza rota puede recuperarse si se actúa con rapidez y criterio.
1Guardar el diente roto: un paso que salva sonrisas

Herraiz señala que los dientes se debilitan con el tiempo o por impactos inesperados. “De repente, un día, mientras comes algo duro o realizas un gesto cotidiano, ‘clac’, se rompe un trocito de diente. Guardadlo con vuestra vida porque eso se puede pegar”, asegura la experta. La recomendación es sencilla: limpiar el fragmento con agua, colocarlo en un recipiente y acudir cuanto antes al especialista.
Cuando la pieza se rompe en trozos pequeños o se pierde parte de la estructura, los profesionales utilizan reconstrucciones estéticas de composite, que permiten rellenar la pieza y devolver su apariencia natural. Sin embargo, si la fractura es completa y vertical, será necesario extraer el diente, lo que subraya la importancia de la prevención y de actuar de inmediato.
Los accidentes dentales son una de las urgencias más frecuentes en las clínicas. Una pieza rota puede producirse por un golpe, un traumatismo o el uso inadecuado de los dientes, como abrir envases. La preocupación aumenta cuando afecta a los dientes delanteros, visibles y fundamentales para la sonrisa, generando ansiedad en quienes buscan mantener una apariencia armoniosa.