La endocrinóloga y escritora Montse Prados, autora de La medicina que necesitas eres tú, tiene una idea muy clara: los fármacos ayudan, pero no siempre son la respuesta. La verdadera medicina, insiste, está en los hábitos diarios y en cómo decidimos vivir. Y su mensaje va directo al corazón: gran parte de nuestra salud está en nuestras manos, no en una receta.
El poder escondido en lo cotidiano
“Lo bueno del estilo de vida es que no solo cura y trata, sino que previene; yo creo que esa es la clave”, explica con convicción. Para ella, los hábitos saludables pesan mucho más de lo que solemos pensar: entre un 40 y un 50 % en la aparición de enfermedades, frente al 20 % de la genética. Y aun así, añade, la genética tampoco es destino fijo, porque la epigenética nos demuestra que lo que comemos, dormimos o sentimos puede encender o apagar genes.
En su consulta, Montse trata de retrasar al máximo la medicación cuando no es imprescindible. Prefiere dar espacio al poder de los hábitos, convencida de que son los que marcan la diferencia entre llegar a la vejez con vitalidad o hacerlo cargados de achaques.
¿Por qué cuesta tanto cambiar?

El primer obstáculo, dice, es el cerebro. No distingue entre un hábito sano o uno dañino; solo busca lo que le da placer inmediato y ahorra energía. “Nuestro cerebro no piensa en lo que nos conviene a largo plazo, sino en la recompensa inmediata”, recalca.
Por eso es tan fácil engancharse a los ultraprocesados o al sofá: producen un subidón rápido de dopamina. Lo difícil es mantener un hábito nuevo, porque exige más esfuerzo físico y mental hasta crear una nueva ruta neuronal. No es falta de voluntad, aclara Montse, es biología pura.
Y hay algo más: el estrés y la inflamación silenciosa que recorre el cuerpo sin que nos demos cuenta. Esa inflamación puede traducirse en fatiga crónica, dolores de cabeza, insomnio o problemas digestivos, aunque una analítica corriente no lo refleje. De ahí su insistencia en escuchar al cuerpo y profundizar en la historia clínica de cada persona.
La “mesa de cinco patas”
Para sostener la salud como si fuera un mueble firme, Prados propone una mesa con cinco patas:
- Nutrición: dar protagonismo a los alimentos frescos y dejar en segundo plano a los ultraprocesados.
- Sueño: dormir al menos 7 horas de calidad; sin buen descanso, hormonas clave como la insulina o el cortisol se desajustan.
- Ejercicio: no basta con caminar; hay que combinar cardio con fuerza para mantener lo que la edad tiende a quitarnos.
- Tóxicos: reducir la exposición a sustancias que alteran las hormonas y se esconden en jabones, cosméticos, ropa o muebles.
- Estrés: para ella, el enemigo principal. “El estrés parece inevitable, pero debemos decidir cómo queremos vivir”, recuerda.
Además, el estrés es el que más sabotea la voluntad, porque el exceso de cortisol bloquea la zona del cerebro que nos ayuda a resistir tentaciones.
Del “por qué” al “para qué”

Montse invita a quienes quieren cambiar a replantearse la pregunta. No se trata de preguntarse “¿por qué quiero hacerlo?”, sino “¿para qué quiero hacerlo?”. La diferencia parece sutil, pero cambia todo.
“El para qué me inspira, me empuja hacia adelante. Es un motor mucho mayor”, afirma. Visualizar un futuro con más energía y movilidad resulta mucho más motivador que centrarse en el dolor o la enfermedad.
Persistir y entrenar la voluntad
Eso sí, advierte que el camino no es recto. Los tropiezos forman parte del proceso y hay que aprender a fallar sin culparse. El cerebro es plástico y se puede entrenar a cualquier edad, aunque tarde un poco más. La clave está en empezar con pasos sencillos y tratar la fuerza de voluntad como un músculo: cuanto más se ejercita, más fuerte se vuelve.
Una medicina que empieza en ti
En una época en la que muchos esperan una pastilla milagrosa o la dieta de moda, Montse Prados apuesta por lo simple y a la vez tan poderoso: dormir bien, comer mejor, moverse más, reducir tóxicos y aprender a vivir con menos estrés.
“La medicina que necesitas eres tú”, repite, y no como una frase de marketing, sino como una verdad que ella ve cada día en consulta: los cambios más profundos y duraderos empiezan en el estilo de vida.