sábado, 4 octubre 2025

Aprender no tiene fecha de caducidad: Silvia Movellán, Fundación Telefónica

El último episodio del pódcast Canal Sénior cuenta con Silvia Movellán, Jefa de Acción Social y Voluntariado en Fundación Telefónica y responsable de programa Reconectados, quien ha defendido con contundencia el papel de aprender y de la formación digital dentro la vida de las personas mayores. «Formarse digitalmente es recuperar autonomía y dignidad en una sociedad cada vez más tecnológica», manifestó durante la entrevista para la primera plataforma de formación y entretenimiento sénior.

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UN MOTOR PARA APRENDER Y PARTICIPAR

UN MOTOR PARA APRENDER Y PARTICIPAR
Fuente: Freepik

Las redes sociales, advirtió durante el podcast, están ayudando a que muchas personas de la tercera edad salgan del aislamiento y entren en comunidades digitales, que van desde grupos de cocina en facebook hasta clubs digitales de dominó o yoga, pocos ejemplos más de nuevas formas de relacionarse que se encuentran a la orden del día: «La tecnología no es el objetivo, es un medio; el objetivo es el encuentro», advirtió.

La entrevista también tuvo su espacio para aprender sobre la inteligencia artificial y valorarla. A pesar de reconocer que hay un cierto temor, Movellán pone en valor la disciplina y el interés de las personas mayores: «Vienen a las clases, prueban en sus casas y vuelven con preguntas claras. Quieren entender; esta curiosidad es maravillosa».

Los beneficios, tal y como advirtieron diversos estudios en el programa, son evidentes: el uso habitual de la red entre las personas mayores se asocia a menores síntomas depresivos, a mayor satisfacción con la vida y a una mejor percepción de la salud: «La digitalización no es solamente abrir puertas, también influye en la salud emocional y en la salud cognitiva.

La conversación mantenida en Canal Sénior con Silvia Movellán terminó por darnos una idea clave: la transformación digital de las personas mayores no es un desafío tecnológico, sino humano; más allá de los dispositivos, se está en juego la capacidad de seguir participando en la sociedad, de mantener el hilo de los vínculos significativos y de conservar la autonomía en un mundo que cambia.

Programas como el de Reconectados nos han constatado que, con apoyo y formación adaptada a esta realidad, el colectivo sénior no solo se inserta en la era digital, sino que también aporta experiencia, perspectiva y un ejemplo de resiliencia.

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