En el camino hacia convertirse en parte de la Guardia Civil, cada paso es un examen. No solo se evalúan capacidades físicas o conocimientos teóricos, también se mide la resistencia emocional de quienes aspiran a vestir el uniforme. Las entrevistas ante el Tribunal son una de las pruebas más temidas, porque allí no existen manuales ni respuestas cerradas: se enfrentan a la incertidumbre, la presión y el desafío de mostrarse tal como son.
Una opositora compartió cómo fue atravesar ese momento clave. Contó cómo su entrevista estuvo marcada por largas esperas, preguntas incisivas y la sensación constante de que cada gesto podía ser interpretado en su contra. Su experiencia deja al descubierto el verdadero propósito de esta fase: comprobar si la persona está preparada para afrontar la presión que supone formar parte de la Guardia Civil.
1Guardia Civil: La estrategia de poner a prueba los nervios
“Van a pillarte, y yo opté por la sinceridad”, asegura la entrevistada al recordar aquella mañana. Desde el inicio percibió que no sería un trámite fácil. Fue la última en pasar, cerca del mediodía, y durante varios minutos la hicieron esperar mientras veía cómo otros candidatos entraban y salían sin inconvenientes. La situación, aparentemente simple, buscaba algo más: comprobar su paciencia y su capacidad para controlar los nervios.
Una vez dentro, las preguntas no tardaron en llegar. Desde su vida personal hasta las amistades, todo era objeto de análisis. El Tribunal insistía en que fuera breve, aunque al mismo tiempo pedía detalles que resultaban imposibles de resumir en pocas palabras. La sensación de contradicción era evidente. Según explicó, la intención era clara: descolocar, medir reacciones y observar cómo respondía bajo presión.
En más de una ocasión intentaron hacerla dudar de sí misma. Incluso le recordaron una sanción administrativa de hace años, un error de juventud que ella decidió confesar con transparencia. Para la opositora, esa fue una prueba definitiva: “Podía callarlo, pero preferí explicarlo con honestidad. La sinceridad es lo único que te salva”. En su relato se percibe cómo la Guardia Civil, a través de sus tribunales, busca no tanto la perfección, sino la autenticidad y la capacidad de asumir responsabilidades.