En España, el envejecimiento de la población y el aumento de la cronicidad demandan recursos y suponen retos sociales y sanitarios cada vez más evidentes, contextualizados en un panorama el cual, en el caso de la aplicación de estos servicios es clave para mejorar la calidad de vida tanto de las personas mayores como de las personas cuidadoras. La Fundación IDIS ha realizado un estudio en el que la población española otorga elevada nota a la percepción de los servicios sociosanitarios, aunque, paradójicamente, muchísimas personas de la muestra desconozcan lo que son y lo que ofrecen.
2RETOS Y RECURSOS PARA EL MODELO

El documento también dedica el correspondiente apartado a las necesidades internas de las residencias para personas mayores y no le faltan datos contundentes: el perfil típico del residente es >80 años de dependencia severa, deterioro cognitivo, enfermedades crónicas en tratamiento con múltiples fármacos. En esas condiciones, una mejor atención sanitaria en residencias conseguiría reducir las hospitalizaciones hasta un 30% y las urgencias hasta un 11%.
Esto permite reafirmar el hecho de que invertir en profesionales y recursos para los centros no significa gasto, sino que es la vía más directa para mejorar la eficiencia del sistema sanitario. Sin embargo, en España hay 13,6 plazas/100 mayores de 80 años, cifra que queda muy por debajo de las 17 plazas/sugeridas por la OMS. Esta escasez quiere decir que muchas personas que podrían beneficiarse de residencias no las encuentran.
Para paliar esa falta de disponibilidad de plazas, el informe propone que el Sistema Nacional de Salud intervenga económicamente con la atención en residencias y que se establezca el Conjunto Mínimo de Datos del Residente o Conjunto de Mínimos Datos del Residente para asegurar la continuidad asistencial. Gracias a unos datos estandarizados y a unos compromisos intersectoriales se puede asegurar un sistema más justo y eficaz.