jueves, 2 octubre 2025

Oughourlian revoluciona Prisa mientras lidia con tensiones laborales y políticas

El Grupo Prisa atraviesa una etapa de importantes transformaciones impulsadas por su presidente, Joseph Oughourlian, quien intenta equilibrar las urgencias económicas, los conflictos laborales y las presiones políticas.

En medio de una situación financiera delicada, el empresario franco-armenio prepara un nuevo plan estratégico que marcará el rumbo del grupo en los próximos años. El gran desafío de Oughourlian sigue siendo la deuda estructural del grupo: más de 750 millones de euros, que han obligado a ajustes drásticos.

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Solo en 2024, Prisa desembolsó más de 80 millones en intereses, una carga difícil de sostener en el contexto de la evolución del negocio de los medios tradicionales. No obstante, durante el primer semestre del año, la compañía logró refinanciar sus compromisos —hasta los 777 millones— y cerrar una recapitalización que permite, al menos en el corto plazo, cierta estabilidad.

Aun así, el semestre se cerró con 25 millones de euros en pérdidas, atribuidas a las tensiones cambiarias en Latinoamérica, el principal mercado de su filial educativa Santillana, especialmente en Brasil y México, y al efecto contable del laudo arbitral relacionado con la venta fallida de la portuguesa Media Capital.

REORGANIZACIÓN TRAS UN VERANO CONVULSO

La recomposición interna ha sido profunda. Este verano, Prisa vivió una auténtica sacudida en su cúpula: la renuncia de presentarse al concurso público del Gobierno para adjudicar nuevas licencias de TDT desató una crisis interna que terminó con la salida de directivos clave como Carlos Núñez y José Miguel Contreras.

Esta tormenta acabó también con los relevos de Pepa Bueno como directora de El País y Montserrat Domínguez como directora de Contenidos de la SER. En el plano político, el grupo ha pasado de coquetear con posturas críticas al Gobierno de Pedro Sánchez a firmar una especie de ‘matrimonio de conveniencia’ con el PSOE. El País ha retomado una línea editorial más próxima al socialismo tras ciertos guiños antisanchistas, mientras que la Cadena SER ha mantenido su línea habitual.

Dentro de este contexto, uno de los movimientos más comentados ha sido el nombramiento de Alberto Polanco como presidente y consejero delegado de Santillana, la división más sólida del grupo. Aunque su apellido lo vincula lejanamente a la familia fundadora, fuentes internas subrayan que el relevo responde a su amplia trayectoria en Latinoamérica.

Este nombramiento también responde a la preparación del nuevo plan estratégico a cuatro años, que se presentará en los próximos meses.

MALESTAR CRECIENTE

Mientras en las alturas se diseñan nuevas estrategias, el clima en las redacciones es cada vez más tenso. Uno de los focos más sensibles es el de la Cadena SER, donde la Inspección de Trabajo ha comenzado a investigar la situación laboral de una veintena de periodistas que, según denuncia sindical, habrían trabajado como falsos autónomos durante años.

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Sede del Grupo Prisa en Gran Vía. Foto: EP.

Estos profesionales, ya incorporados en su mayoría como empleados de plantilla, aseguran contar con pruebas de que su relación con Prisa era en realidad una relación laboral ordinaria, pese a estar formalmente contratados como colaboradores.

De prosperar la denuncia desvelada por El Independiente, Prisa podría enfrentarse a sanciones económicas y a la obligación de reconocer antigüedades y cotizaciones. Todo esto ocurre poco después de la reestructuración del organigrama de Prisa Radio, que provocó la salida de Ignacio Soto y la llegada de Jaume Serra como nuevo director general. Por encima de él, sigue Pilar Gil, vicepresidenta del grupo y consejera delegada de Prisa Media.

A esta cadena de tensiones se sumó recientemente un episodio con fuerte carga simbólica: el despido de Alfredo Relaño, tras casi cinco décadas vinculado a Prisa como periodista y colaborador en medios como As, El País o la Cadena SER.

FUTURO

Joseph Oughourlian sabe que el margen de error está decreciendo. Tras varios años de ajustes y reestructuraciones, Prisa necesita consolidar un rumbo claro y sostenible. El futuro de Santillana, la rentabilidad de la SER, el liderazgo digital de El País y la sintonía política con el poder son piezas de un puzle complejo.

El nuevo plan estratégico, que se presentará en los próximos meses de la mano de su coordinador Ignacio Soto, será su gran apuesta.


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