Patricia Pardo ha decidido romper el silencio y contar con detalle cómo fueron realmente los inicios de su historia de amor con Christian Gálvez, una etapa que hoy recuerda como la más dura de su vida personal y profesional. La periodista, de 42 años, ha concedido una entrevista en el pódcast Lo que tú digas, de Álex Fidalgo, donde ha confesado que el arranque de su relación con el presentador estuvo marcado por el juicio mediático, las habladurías y una etiqueta que la persiguió durante meses: la de “la mala de España”. Según ella misma ha relatado, la presión de los titulares y la falta de credibilidad hacia su versión provocaron que aquel tiempo se convirtiera en un verdadero tormento. “Ahora ya es otra cosa, pero el primer año fue terrorífico”, explicó, subrayando que se trató de un peaje muy alto que ambos tuvieron que pagar simplemente por estar juntos.
1Última hora sobre el matrimonio

El contexto de aquel romance explica en parte las críticas que recibieron. Tanto Patricia Pardo como Christian Gálvez venían de sendos divorcios, y la proximidad de las fechas en que se conocieron con el momento en el que anunciaron sus respectivas separaciones alimentó rumores de todo tipo. En octubre de 2021, Patricia confirmaba el final de su matrimonio con el policía con el que compartía dos hijas, mientras que poco después se hacía pública la separación de Gálvez y Almudena Cid, tras más de una década juntos. Apenas unos meses más tarde, a principios de 2022, saltaba la noticia de que los dos presentadores de Mediaset habían iniciado un noviazgo. La relación avanzó con rapidez y se consolidó ese mismo año con su boda en julio, y en 2023 llegaba al mundo su hijo Luca, el gran motor de sus vidas. Sin embargo, en el imaginario colectivo quedó instalada la idea de que las rupturas y la nueva unión estaban conectadas, y esa percepción fue la que hizo que Patricia se sintiera injustamente señalada.
En la entrevista, la comunicadora relató que en aquel momento decidió guardar silencio y no pronunciarse, confiando en que la calma llegaría con el tiempo. Sin embargo, ahora cree que esa estrategia jugó en su contra. “El silencio nos perjudicó, porque todo el mundo interpretaba lo que quería. Cuando empezamos a mostrarnos un poco empalagosos en redes, la gente se relajó”, comentó, en referencia al momento en que comenzaron a compartir fotos juntos en Instagram y a mostrar su felicidad sin filtros. En su opinión, fue esa exposición voluntaria y afectuosa la que consiguió suavizar el clima de crítica, ya que los seguidores pasaron de cuestionar a la pareja a aceptar que lo suyo era un proyecto de vida en común sólido y real.