La llegada de un nuevo año conlleva inevitablemente un nuevo listado de deseos vinculados con la nutrición, el ejercicio o similares; aunque para muchas personas mayores estos deseos suelen ser acompañados con una serie de interrogantes normativamente formuladas: ¿para qué seguir cuidándose?, ¿acaso tiene sentido cambiar hábitos a los 65 o 70 años? En el podcast del Dr. Carlos Jaramillo, se abordan plenamente estas cuestiones e incluso se da respuesta a tal interrogante: nunca es tarde para comenzar. En este sentido, la longevidad no es cuestión de vivir muchos años, sino de vivirlos intensamente.
1NUTRICIÓN Y MOVIMIENTO

Uno de los ejemplos que presenta el mismo Dr. Jaramillo es el de su madre, ya que un médico le dijo que ya no se encontraba en edad de cuidar la nutrición o hacer ejercicio físico. Comentar que el cuerpo, en su versión envejecida, no puede hacer ejercicio físico, es un mito de los que conducen a fragilidad y dependencia. La inactividad es causa de pérdida de masa muscular, tendencia a caídas y, en definitiva, a elevación del riesgo de complicaciones y mortalidad.
Por último, la primera de las herramientas que propone es la alimentación. Según el propio Dr. Jaramillo, en su podcast, las personas mayores tienden a “hacer una dieta pobre en proteína” (desayunos compuestos de pan y café, almuerzos ligeros y cenas deficitarias). La proteína es fundamental para el sostenimiento de músculos, huesos, colágeno, defensas inmunológicas y hormonas. El especialista en nutrición propone un consumo de entre 1.5 y 2 gramos por kilo de peso, además de grasas saludables (de frutos secos o aguacate), fibra de origen vegetal para proteger la microbiota intestinal y antioxidantes provenientes de frutas como arándanos o fresas.
El segundo pilar está constituido por el ejercicio. Para el Dr. Jaramillo no vale la pena ni caminar de vez en cuando ni hacer un poco de fisioterapia, el cuerpo requiere manejo del entrenamiento cardiovascular, del entrenamiento de fuerza, del entrenamiento de movilidad y del entrenamiento de flexibilidad. La actividad regular, no solo incrementa la resistencia cardiorrespiratoria, sino que protege el cerebro, optimiza la respuesta hormonal, incrementa la inmunidad y genera equilibrio emocional. Ello lo lleva a sugerir la suplementación con creatina, ampliamente estudiada y segura, la que optimizaría la masa muscular, los huesos y el rendimiento cognitivo en los adultos mayores.