Los datos de Lufthansa pueden parecer una buena noticia a primera vista, pero lo cierto es que la gran apuesta de la aerolínea alemana, aumentar la flota, despedir parte de sus trabajadores, unos 4.000, y expandir su flota de aviones con tecnología de inteligencia artificial. Son medidas que para los analistas del ‘Banco Real de Canadá’ (RBC por sus siglas en inglés) son necesarias y encamina a la línea aérea a mejorar sus datos en los 5 años en los que se aplicaran estas nuevas estrategias. Es un contraste importante en cuanto a la reacción, comprensible, de quienes temen por su empleo.
Pero para los analistas es un recorte necesario, sobre todo por qué consideran que los datos del turismo actuales, con otro récord de turistas recibidos marcado este año en España y en Europa, no necesariamente se mantendrán en el largo plazo. La realidad es que las dos guerras cercanas al viejo continente, y la posibilidad de una nueva crisis economica, presente sobre todo por la situación por la presión entre los Estados Unidos de Donald Trump y el resto del mundo, lo que puede tener un efecto directo en el consumo, y en la compra de billetes de avión.
Es un aviso además del efecto que la Inteligencia Artificial, parte clave de la nueva inversión de Lufthansa, tiene en la industria de la aviación comercial, Lo cierto es que la preocupación sobre el efecto que la IA tendrá en los empleos ha estado presente desde la primera vez que ChatGPT se dio a conocer, la decisión de Lufthansa es uno de los ejemplos más evidentes, donde además se confirma que se trata de un recorte de empleo, no simplemente de un cambio de sector para algunos empleados.
Esto no quiere decir que el análisis sea demasiado positivo. En principio la empresa da motivos para el optimismo, pero también es cierto que en RBC hay preocupación tanto por el costo que suponen el resto de los empleados de la empresa, como por el riesgo de una caída en la demanda de algunas de las rutas clave a nivel internacional por las presiones económicas y geopolíticas actuales.
LUFHTANSA Y LAS AEROLÍNEAS EN MOMENTO DE TRANSFORMACIÓN
La realidad es que la situación de Lufthansa no es única. Desde la apuesta por el SAF de IAG, la matriz de Iberia, pasando por los recortes de aeropuertos de Ryanair, las aerolíneas están aprovechando el momento dulce del turismo para dar pasos hacia el futuro. La realidad es que es un momento clave para cualquier industria que dependa del turismo, lo que explica los movimientos actuales en diferentes puntos del globo.
Además, será clave seguir de cerca la evolución de las aerolíneas low cost. Ya en España se ve como los movimientos de Ryanair han abierto la puerta para que otras se acerquen a llenar el espacio, viendo no solo una necesidad sino una oportunidad de negocio. Además, será clave seguir de cerca el mercado de la alta velocidad en el viejo continente, donde tras la liberalización de la mayoría de las vías se ha hecho común que le quiten a los vuelos locales una parte importante de su mercado.

Los despidos de Lufthansa son otro movimiento en esta dirección. Será complicado saber qué ocurrirá en el futuro inmediato, pero aun así es de esperar que este no sea el último movimiento similar en el sector a medida que algunas partes del mismo apuestan por la digitalización y la automatización, en ese panorama es difícil dejar de lado la apuesta de los alemanes, y se explica la reacción del banco de inversión canadiense.
LA AVIACIÓN COMERCIAL OBLIGADA A VARIOS CAMBIOS
La realidad es que la aviación comercial ha sido señalada por el efecto que tiene en cuanto emisiones de carbono. La realidad es que incluso se ha hablado de eliminar algunos vuelos que pueden ser cubiertos por viajes en trenes de alta velocidad.
En esa situación es complicado ignorar la decisión de Lufthansa, después de todo la apuesta pasa también por cambiar el tipo de combustible y reforzar los servicios de los aeropuertos. Son decisiones que no necesariamente están bajo el control de AENA.