miércoles, 1 octubre 2025

Glovo bajo presión: las cuentas alquiladas sobreviven a su caótico proceso de contratación y a nuevas sanciones

A pesar de sus intentos, el unicornio español todavía lidia con las cuentas ilegales en su aplicación

A pesar de las nuevas condiciones, y de las dificultades que generan los contratos, las cuentas alquiladas siguen vivas entre los repartidores de Glovo. Es un problema que la empresa lleva años intentando reducir, o al menos regularizar. Lo cierto es que la apuesta era que la contratación al menos ayudaría a que algunos de los problemas que han generado se redujeron, como la presencia de trabajadores indocumentados en las flotas que ya les ha generado sanciones, pero estos avisos entre riders siguen allí. 

Es cierto que las condiciones han empeorado para los repartidores que alquilan cuentas. Lo cierto es que los límites horarios de los contratos son mucho más estrictos, y recientemente la propia Glovo ha obligado a que los repartidores solo puedan iniciar sesión en espacios delimitados por la empresa con base en la zona de trabajo que tienen asignada, lo que para algunos se traduce en un traslado extra hasta el espacio donde pueden trabajar. Aun así, el hecho de no tener que presentarse a una oficina sigue permitiendo que muchos de estos repartidores, sin opciones de otro trabajo, mientras esperan su regularización.

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Un repartidor de Glovo en una calle de Madrid, 29 de agosto de 2025, en Madrid (España). Fuente: Agencias
Un repartidor de Glovo en una calle de Madrid, 29 de agosto de 2025, en Madrid (España). Fuente: Agencias

Por su lado, los repartidores en esta situación señalan también los problemas que reclaman aquellos que están bajo contrato. Trayectos más largos, mientras que se hacen responsables de sus vehículos, pocos bonos de facturación y sin medida correcta del kilometraje. Es cierto que algunos de estos problemas se pueden achacar a la novedad que representa el modelo para la empresa de reparto, con Glovo revisando varios de estos problemas poco a poco en los últimos meses, aunque evidentemente lo a la velocidad que esperan sus repartidores. 

De todos modos, la empresa sigue en un punto delicado. Este mismo año, en pleno proceso de contratación, Glovo encajó una nueva sanción por emplear trabajadores indocumentados, y se ha sumado una nueva sanción conjunta con su empresa matriz, la alemana Delivery Hero, por marcar el precio de los pedidos. En esa situación sigue habiendo dudas reales sobre el futuro del unicornio español, aunque desde la empresa se insiste en que España sigue siendo una parte clave de su futuro, después de todo es su país de nacimiento. 

UBER EATS Y CATCHER TAMBIÉN TIENEN CUENTAS ALQUILADAS

En cualquier caso, es cierto que Glovo no es la única de las empresas del sector que atraviesa una situación similar. En Uber Eats, donde aún defienden su modelo de autónomos, se siguen consiguiendo este tipo de situaciones y no es extraño que se haga un pedido y que quien lo entregue sea un rostro diferente al del anuncio. Por su lado Catcher, una plataforma de pedidos de última milla que se ofrece para conectar restaurantes con repartidores independientes, también ha visto una importante proliferación de estas cuentas, aunque todavía se trate de una aplicación menos conocida tanto entre los riders como entre los usuarios de los servicios de delivery.

La excepción, al menos a nivel general, sigue siendo Just Eat. La empresa hace años trabaja con repartidores contratados directamente, lo que ha servido para que escapen de algunas de estas crisis, y para que los repartidores ilegales no los tengan ni como primera, ni como segunda opción. Además, es común que los repartidores en esta situación usen las mochilas de esta empresa para evitar ser detenidos por la policía, que tiene el ojo permanentemente sobre los repartidores, pues sabe que muchos no tienen documentos para trabajar. 

En cualquier caso, si el proceso de Glovo no los ha eliminado, no parece viable que desaparezcan en las plataformas que todavía operan con autónomos. En ese panorama se da un argumento extra a quienes defienden la ley rider, una normativa que sigue siendo duramente criticada por los propios rider. 

GLOVO Y SU CAÓTICO PROCESO DE CONTRATACIÓN

Si algo se ha demostrado hasta ahora es que el proceso de contratación iniciado por Glovo no ha servido para superar los problemas de la mayoría de los repartidores. La realidad es que es un problema que avisaron los propios repartidores, que no confiaban que la medida de contratarlos, o incluso la aprobación de la propia Ley Rider, para enfrentar este tipo de situaciones. Para muchos, por no decir la mayoría de quienes trabajan en las plataformas de delivery, el modelo de autónomos sigue siendo visto como preferente. 

En cualquier caso, al menos de momento, no parece que haya nuevas opciones para superar la situación que atraviesan estos trabajadores. Por un lado, el modelo con autónomos ciertamente generaba algunas contradicciones evidentes para los trabajadores de las plataformas, pero en la práctica para los trabajadores era una mejor opción de lo que viven en este momento, y no ha resuelto los problemas que existían previamente. 


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