martes, 30 septiembre 2025

Francesc Torralba, filósofo: «Debemos aprender a vivir plenamente porque la única certeza que tenemos es la muerte»

La charla con el pensador Francesc Torralba en el programa de podcast Vidas contadas brinda la ocasión de asomarnos a las grandes preguntas del vivir, de la existencia y de aquellas preguntas que normalmente pasan a un segundo plano entre el ritmo vertiginoso de las ocupaciones del día a día. En un entorno marcado por la obsesión por el aquí y el ahora, parar a pensar sobre la finitud de la vida es un gesto que puede llegar a ser viable representar un acto reivindicativo; no existe receta de cocina ni certeza, ya que como él mismo subraya, la filosofía no juega con verdades máquina, sino que vive con preguntas que pasamos de una generación a otra.

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LA DELIBERACIÓN COMO BRÚJULA

Fuente: Freepik

Francesc Torralba destaca, además de por sus reflexiones existenciales, por su intervención en los dilemas éticos que se dan en la vida cotidiana y en instituciones básicas: como, por ejemplo, la ética en el ámbito de los comités de ética, donde se enfrenta a las decisiones que no tienen solución, sino caminos posibles que hay que sopesar de manera rigurosa.

La ética en la vida cotidiana: en hospitales, debate sobre el final de la vida, sobre el consentimiento informado, sobre el acceso a los tratamientos; en las escuelas, sobre la convivencia, la inclusión, el respeto a la diversidad, etc. Para Torralba, no se pueden adoptar decisiones de manera unilateral; la ética no es un saber de una sola disciplina, sino que es el resultado de la deliberación de diferentes puntos de vista: en el seno de un comité coexisten médicos, juristas, pedagogos, filósofos y, en ocasiones, miembros de la sociedad civil.

Cada voz suma matices y ayuda a construir respuestas más humanas y equilibradas que superen lo técnico y aborden lo humano por excelencia. La dimensión práctica de la ética pone de relieve que la filosofía no es un lujo académico, sino una herramienta importante para la sociedad. Reflexionar sobre lo correcto o lo justo no es un ejercicio de tipo abstracto.

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