martes, 30 septiembre 2025

La calidad de vida plena suele concluir alrededor de los 65 años, Dr. Josep Vergés, Presidente de OAFI:

La realidad es que en España nos sentimos orgullosos de estar entre los países del mundo con la mayor calidad de vida: las estadísticas nos sitúan a la cabeza de Europa, con cifras que oscilan entre los ochenta y los ochenta y seis años. Sin embargo, una esperanza de vida no significa necesariamente una vida de buena calidad hasta el final de la existencia: de un modo incluso más convincente, las palabras de los diferentes estudios e informaciones ofrecidas por las voces más expertas dentro del ámbito.

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EL ESPEJISMO DE LA LONGEVIDAD

EL ESPEJISMO DE LA LONGEVIDAD
Fuente: FREEPIK

Durante años, el aumento de la esperanza de vida ha sido considerado un triunfo de la ciencia, la medicina y los progresos sociales, y no le falta razón. Nunca en la humanidad habíamos conseguido alcanzar tales extremos del calendario biológico las gentes. Pero este triunfo se vuelve quimera si se contrapone al dato que nos dice que la vida con buena calidad parece detenerse hacia los 65 años. A partir de esta edad, las dolencias articulares, la pérdida de masa muscular, las enfermedades crónicas y las limitaciones funcionales van cerrando la horquilla de la independencia de las personas.

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Y no sólo es el número de años vividos con estas limitaciones el punto de preocupación, sino también la intensidad de éstas. El deterioro físico se traduce en una pérdida de la movilidad, en una disminución de la autonomía personal de las personas mayores, en consecuencia, en una incapacidad para poder ejecutar actividades cotidianas que a sus mayores les resultarían sencillas, como caminar, cocinar o socializar. Así, los años que deberían haber deparado a las personas una etapa de disfrute y recogimiento se convierten en una etapa de constante lucha contra los achaques de la edad.

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