El nombre de Alessandro Lequio ha vuelto a situarse en el centro de la crónica social de nuestro país tras la publicación del libro autobiográfico de su expareja, Mar Flores, titulado Mar en calma. La obra llegó a las librerías el pasado 10 de septiembre y, desde ese momento, la modelo ha roto un silencio mediático que se había prolongado durante más de tres décadas. En sus páginas, Mar repasa diferentes episodios de su vida, lo que ha generado un auténtico revuelo mediático, pues no solo se trata de un testimonio personal, sino de un relato que pone sobre la mesa episodios de gran interés para la prensa del corazón. Como era de esperar, la irrupción de este libro en el mercado editorial ha tenido un fuerte impacto y ha desencadenado numerosas reacciones, tanto en el ámbito periodístico como en los círculos más íntimos de las personas mencionadas. En este contexto, Lequio se ha visto directamente salpicado por la atención mediática, un foco del que nunca ha estado del todo alejado, pero que ahora se intensifica por la unión de voces del pasado que reaparecen con fuerza.
2El comunicado de Alessandro Lequio
Ante esta situación, Alessandro Lequio decidió responder con firmeza a través de un comunicado oficial emitido por su abogado, Tomás A. Ridruejo, con el objetivo de desmentir categóricamente las afirmaciones realizadas en su contra. El escrito, reproducido íntegramente por la revista Diez Minutos, comienza recordando que las declaraciones que circulan suponen un grave atentado contra sus derechos fundamentales, ya que le atribuyen conductas delictivas a sabiendas de que no son ciertas. A continuación, la misiva detalla una serie de puntos en los que se niega de forma rotunda la existencia de cualquier tipo de grabación íntima o comprometedora de famosos, de personas conocidas o de individuos influyentes. El texto enfatiza que Lequio nunca ha tenido cámaras instaladas en su dormitorio ni en ninguna otra estancia de su vivienda, desmintiendo así las acusaciones directas que se habían hecho públicas en televisión. Además, el comunicado recalca que tales manifestaciones no solo dañan su imagen personal, sino que constituyen una imputación injustificada de delitos que nunca ha cometido.
En su conclusión, el comunicado deja clara la postura de Alessandro Lequio y anuncia que se reserva todas las acciones legales necesarias contra quienes difundan estas afirmaciones. De este modo, advierte tanto a los autores de los testimonios como a los medios de comunicación que los difundan, de que podrían enfrentarse a consecuencias judiciales si continúan reproduciendo lo que él considera difamaciones sin fundamento. Esta reacción muestra la estrategia que ha elegido el colaborador para frenar una polémica que amenaza con prolongarse en el tiempo y con seguir erosionando su reputación pública. En este sentido, Lequio parece haber apostado por la vía judicial como un modo de marcar un límite claro a lo que considera ataques injustos y dañinos contra su persona.
