El nombre de Alessandro Lequio ha vuelto a situarse en el centro de la crónica social de nuestro país tras la publicación del libro autobiográfico de su expareja, Mar Flores, titulado Mar en calma. La obra llegó a las librerías el pasado 10 de septiembre y, desde ese momento, la modelo ha roto un silencio mediático que se había prolongado durante más de tres décadas. En sus páginas, Mar repasa diferentes episodios de su vida, lo que ha generado un auténtico revuelo mediático, pues no solo se trata de un testimonio personal, sino de un relato que pone sobre la mesa episodios de gran interés para la prensa del corazón. Como era de esperar, la irrupción de este libro en el mercado editorial ha tenido un fuerte impacto y ha desencadenado numerosas reacciones, tanto en el ámbito periodístico como en los círculos más íntimos de las personas mencionadas. En este contexto, Lequio se ha visto directamente salpicado por la atención mediática, un foco del que nunca ha estado del todo alejado, pero que ahora se intensifica por la unión de voces del pasado que reaparecen con fuerza.
1Sonia Moldes ha reaparecido
Sonia Moldes, quien mantuvo un noviazgo con Lequio durante dos años, entre 1997 y 1999, ha vuelto a los medios. Su reaparición en los platós de televisión ha sido vista por muchos como un regreso inesperado, ya que la empresaria llevaba tiempo apartada de la primera línea mediática. Moldes reapareció con contundencia en el programa ¡De Viernes!, emitido el pasado 26 de septiembre en Telecinco y conducido por Santi Acosta y Beatriz Archidona, donde relató su experiencia con Alessandro en unos términos que no tardaron en generar controversia. Su intervención no pasó desapercibida, puesto que lanzó graves acusaciones sobre la conducta del aristócrata, asegurando que este disponía de grabaciones comprometidas de diferentes personajes conocidos. Una afirmación de este calibre, en un medio de comunicación y en horario de máxima audiencia, no solo supuso un terremoto mediático, sino que colocó a Lequio en una posición extremadamente delicada frente a la opinión pública.
Durante su entrevista, Sonia Moldes relató situaciones que vivió en primera persona y que calificó de irrespetuosas. Explicó que Lequio le había contado detalles íntimos de su vida, así como de las personas con las que había estado, sugiriendo además que podía disponer de material sensible con el que, según sus palabras, no parecía tener intenciones positivas. La empresaria llegó a insinuar que estas grabaciones podían estar vinculadas a posibles conductas de chantaje, aunque no afirmó de manera categórica que ese fuera su propósito. Moldes narró también un episodio particular que llamó poderosamente la atención: aseguró que en una ocasión descubrió en el techo del dormitorio de Alessandro un elemento que le pareció una cámara oculta. Relató que, al preguntarle directamente, él reaccionó con una risa nerviosa y confesó que era la primera persona que había reparado en ese detalle. Posteriormente, cuando se le cuestionó sobre si había llegado a ver vídeos de otras personas, la empresaria afirmó que sí, añadiendo que lo consideraba un gesto de gran falta de respeto. Estas declaraciones fueron ampliamente recogidas por la prensa y replicadas en diferentes programas, alimentando así un debate que parecía no tener fin.
