En nuestro país, la incertidumbre sobre el futuro de las pensiones es cada vez mayor. La presión demográfica y los cambios en el mercado laboral hacen que los trabajadores actuales se pregunten si recibirán una jubilación suficiente para mantener su calidad de vida. La respuesta, según diversos expertos, apunta a la necesidad de combinar el sistema público con ahorro e inversión privados.
Sergi Torrens, especialista en planificación financiera e inversiones, ofrece una mirada clara sobre este panorama. Para él, los planes de pensiones pueden ser útiles, pero no están diseñados para todas las personas. Más bien, se trata de una herramienta que, utilizada de manera correcta, puede generar ventajas fiscales y estabilidad, aunque también conlleva riesgos y trampas que conviene conocer antes de decidirse
2Alerta pensiones: Cuándo conviene y cuándo es mejor evitarlo

El gran problema llega al momento del rescate. Como ese dinero no tributó al entrar, Hacienda lo grava en su totalidad al retirarlo. Si un jubilado con una pensión de 35.200 euros rescata de golpe 100.000 de su plan, puede llegar a pagar hasta un 42% en impuestos, lo que destruye gran parte de la ventaja acumulada durante años.
La clave, explica Torrens, está en rescatar de forma paulatina y no sumar cantidades elevadas a la pensión anual. Además, subraya que los planes de pensiones son realmente rentables solo para quienes superan los 60.000 euros brutos al año. En ese nivel, el ahorro fiscal al aportar (43%) supera lo que se pagará al rescatar (35,9%), dejando un margen positivo.
Aun así, existen tres situaciones en las que incluso los ingresos medios pueden sacar provecho. La primera es la juventud: cuanto más lejos esté la jubilación, más oportunidades habrá de que el marco fiscal juegue a favor del ahorrador. La segunda, cuando la empresa ofrece planes de empleo que duplican las aportaciones. Y la tercera, en el País Vasco, donde los planes disfrutan de ventajas fiscales adicionales.