lunes, 29 septiembre 2025

«Te quejas del precio de la luz, pero tu router te está robando 120€ al año mientras duermes»: Miguel Ríos (56), electricista, sentencia

Quejarse del precio de la luz se ha convertido en el pan nuestro de cada día, pero la cruda realidad es que el principal enemigo podría estar en tu propio salón, y no es la nevera. El problema, según Miguel Ríos, electricista de 56 años, es tu router, ese aparato al que nadie presta atención. Su sentencia es demoledora: «te quejas del precio de la luz, pero tu router te está robando 120€ al año mientras duermes», una afirmación que obliga a replantearnos nuestros hábitos con la conexión a internet.

La mayoría de nosotros jamás apaga este dispositivo, asumiendo que su consumo es insignificante, un error que, según Miguel, pagamos caro. ¿Realmente estamos dispuestos a regalar esa cantidad de dinero por pura comodidad? La pregunta queda en el aire, pero la advertencia de este profesional abre un debate necesario sobre un ladrón silencioso que opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y que afecta directamente a tu bolsillo sin que te des cuenta de ello.

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EL LADRÓN SILENCIOSO QUE NUNCA DESCANSA

Este concepto describe a la perfección el comportamiento de muchos de nuestros aparatos.
Este concepto describe a la perfección el comportamiento de muchos de nuestros aparatos. Fuente Freepik.

Hablamos del famoso «consumo fantasma», esa energía que se derrocha sin que estemos utilizando activamente ningún aparato. Mientras otros dispositivos entran en un modo de espera real, el router sigue trabajando a pleno rendimiento para mantener la señal Wi-Fi activa, convirtiéndose en un gasto constante y silencioso. Este goteo energético, pequeño pero incesante, es precisamente lo que lo convierte en uno de los peores enemigos del ahorro en cualquier hogar.

Fíjate bien, a diferencia de la televisión o la consola, que solo consumen una pequeña parte en standby, tu equipo de Wi-Fi nunca para. Está constantemente buscando dispositivos, gestionando conexiones y emitiendo una señal, incluso a las cuatro de la madrugada cuando toda la casa duerme. Por eso, este dispositivo electrónico se considera uno de los principales responsables del gasto acumulado en standby, ya que su actividad es permanente e ininterrumpida los 365 días del año.

«LO DEJAMOS ENCENDIDO POR PURA COMODIDAD»: LA SENTENCIA DE MIGUEL

La clave del problema, según la experiencia de Miguel, no es tanto tecnológica como de hábitos. Nos hemos acostumbrado a una inmediatez que nos sale muy cara. «Queremos tener wifi en el móvil nada más abrir un ojo por la mañana», explica, y ese es el motivo por el que nunca apagamos el router. Pero, si lo piensas fríamente, la comodidad de no esperar un minuto a que el dispositivo se reinicie nos cuesta decenas de euros al año, un precio desproporcionado por un pequeño gesto de pereza.

Resulta paradójico cómo nos esforzamos en apagar las luces de las habitaciones donde no estamos, pero ignoramos por completo este dispositivo de conexión. Es una costumbre tan arraigada que ni siquiera nos planteamos sus consecuencias económicas. La realidad es que este mal hábito convierte un gasto energético mínimo en un problema económico notable a lo largo de doce meses, un despilfarro silencioso que podríamos evitar con un simple movimiento de mano antes de acostarnos.

¿DE VERDAD GASTA TANTO? DESMONTANDO LA FACTURA DE LA LUZ

Aquí es donde los números hablan por sí solos y dan la razón a los expertos.
Aquí es donde los números hablan por sí solos y dan la razón a los expertos. Fuente Freepik.

Para entender el impacto real en tu factura, no hay que ser un genio de las matemáticas. Un router moderno consume de media entre 8 y 15 vatios por hora. Aunque parezca una cifra irrisoria, la clave está en su funcionamiento ininterrumpido. Si haces el cálculo, un consumo constante de 10 vatios durante 24 horas al día se traduce en casi 90 kWh consumidos al año, una cantidad que, multiplicada por el precio actual de la luz, ya supone una sorpresa en la factura.

Es aquí donde la cifra de Miguel cobra todo su sentido. Si tu módem-router es un modelo antiguo y poco eficiente, su consumo puede dispararse fácilmente por encima de los 20 vatios. Si a eso le sumas otros «vampiros» eléctricos como un decodificador de televisión o un altavoz inteligente siempre a la escucha, la cifra se dispara. Por lo tanto, la advertencia de los 120€ al año representa el coste acumulado de varios dispositivos en consumo fantasma, con el router como el principal y más persistente culpable.

EL TRUCO DE LOS 10 SEGUNDOS QUE TU BOLSILLO AGRADECERÁ

La solución es tan sencilla que parece mentira que no la apliquemos todos. No necesitas complejos sistemas de domótica ni ser un experto en tecnología. El gesto es tan simple como pulsar el botón de apagado de tu router por la noche y volver a encenderlo por la mañana. Apenas tardarás diez segundos en hacerlo, y la diferencia en tu factura eléctrica a final de año puede ser de entre 30 y 60 euros solo con este gesto, dependiendo de tu tarifa y del aparato.

Muchos argumentan que apagar y encender el aparato a diario puede dañarlo, pero es un mito completamente falso. Los equipos de red están diseñados para soportar ciclos de encendido sin problemas. «Es como decir que apagar la luz desgasta el interruptor», bromea Miguel. El único inconveniente es esperar un par de minutos a que se restablezca la conexión, un peaje mínimo a cambio de un ahorro que tu cartera agradecerá enormemente.

MÁS ALLÁ DEL ROUTER: OTROS VAMPIROS ELÉCTRICOS QUE TE ACECHAN

Una vez que identificas al cabecilla, es más fácil encontrar a sus cómplices.
Una vez que identificas al cabecilla, es más fácil encontrar a sus cómplices. Fuente Freepik.

El router es el ejemplo perfecto de consumo fantasma por su constancia, pero no está solo en esta batalla silenciosa contra tu cuenta corriente. Ojo con el televisor con su piloto rojo siempre encendido, los cargadores de móvil enchufados sin dispositivo, las cafeteras programables o los altavoces inteligentes. Todos ellos, en su conjunto, contribuyen a engordar ese gasto invisible que puede suponer más del 10% de tu factura eléctrica anual.

Así que la próxima vez que te lamentes por lo que pagas de luz, echa un vistazo a tu alrededor. Ese pequeño dispositivo Wi-Fi que parpadea en la oscuridad no es tan inofensivo como parece. Apagar el router por la noche no es solo un gesto de ahorro, es una declaración de intenciones: tomar el control de tus gastos y dejar de regalar tu dinero. Quizás Miguel tenga razón, y el mayor ladrón de tu casa sea ese al que, hasta hoy, nunca le habías prestado la más mínima atención.


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