Kiko Matamoros atraviesa uno de los momentos más plenos de su vida. Tras haber pasado meses de incertidumbre debido a una complicada intervención digestiva, el colaborador televisivo ha conseguido rehacerse con fuerza, retomando su actividad profesional en “No somos nadie”, el programa que conduce en Canal TEN. Esta nueva etapa laboral le ha devuelto la energía y la ilusión que parecía haber perdido, sobre todo después del discreto fracaso de “La familia de la tele” en TVE, que no consiguió enganchar a la audiencia. En lo personal, tampoco podría estar más satisfecho: su relación con Marta López Álamo sigue sólida y sin fisuras, algo que le ha permitido disfrutar de una estabilidad emocional que antes no tenía. En este contexto favorable, Kiko ha querido dar un paso más en la búsqueda de una imagen renovada y ha decidido someterse a una intervención estética de carácter extremo, con la que promete “quedar como un bebé”.
1La nueva operación de Kiko Matamoros

La operación elegida por Matamoros ha sido la blefaroplastia, un procedimiento quirúrgico destinado a eliminar el exceso de piel y grasa en los párpados, tanto superiores como inferiores. Según los especialistas, esta técnica no solo rejuvenece la mirada, sino que también puede mejorar la visión en aquellos casos donde la piel sobrante llega a dificultar el campo visual. Para Kiko, la decisión estaba clara desde que observó los resultados de algunos amigos que habían pasado por lo mismo. “Los resultados que he visto han sido espectaculares. La mirada es lo que más define tu rostro, y cuando desaparecen las bolsas y el cansancio, el efecto es inmediato”, aseguró antes de entrar en quirófano. La intervención, que en clínicas de prestigio puede superar los 5.000 euros, es una de las más demandadas dentro de la cirugía estética facial y promete resultados duraderos. Kiko, fiel a su estilo, no ha dudado en compartir cada paso del proceso con sus seguidores en redes sociales, dejando claro que no siente vergüenza alguna al reconocer que apuesta por el bisturí para mantener su imagen pública.
Sentado en la clínica, Matamoros se mostró visiblemente entusiasmado en un vídeo publicado en sus redes sociales. “Voy a quedar como un niño de 17 años. Estoy aquí que me voy a hacer la ‘blefa’ arriba y abajo. Ahora vendrá la doctora a explicarme cómo me lo hago”, dijo entre risas, transmitiendo la naturalidad con la que afronta este tipo de procedimientos. No es la primera vez que el colaborador se somete a un retoque estético, pero sí ha sido una de las ocasiones en las que más expectación ha generado. Su actitud abierta y sincera respecto a la cirugía contrasta con la postura de otros rostros conocidos que prefieren ocultar sus pasos por quirófano. En este sentido, Kiko marca la diferencia y se coloca como uno de los personajes televisivos más transparentes cuando se trata de reconocer los cambios físicos a los que se somete. Para él, la estética no es un tabú, sino un complemento más en su vida mediática. Lo cierto es que la cirugía estética ha dejado de ser un terreno reservado únicamente a las mujeres. Cada vez son más los hombres que deciden apostar por tratamientos de rejuvenecimiento, y en el caso de la televisión, donde la imagen lo es todo, estas intervenciones han pasado a ser algo habitual. Kiko, con su fuerte carácter, ha querido reivindicar que los cuidados personales no tienen género y que acudir al bisturí no debe interpretarse como una frivolidad, sino como una elección personal para sentirse mejor consigo mismo.
En este camino no está solo: su compañero Jorge Javier Vázquez también ha sorprendido recientemente con un rostro renovado, fruto de sus propios retoques faciales. Su reaparición en “Supervivientes All Stars” generó comentarios de todo tipo, ya que se le veía visiblemente más terso y con dificultades para gesticular con normalidad. El propio presentador admitió en su espacio “El diario de Jorge” que necesitaba tiempo para que los efectos de la intervención se asentasen, restando importancia a las críticas que había recibido.