El estado de tu páncreas podría manifestarse de una forma que ignoras a diario en la intimidad del baño, un mensaje que hasta ahora descartabas. Lo que consideras una simple anécdota sin importancia, la presencia de grasa en las heces es un indicativo de mala absorción de nutrientes que tu cuerpo te está comunicando. ¿Y si esa señal que flota fuera la primera advertencia de que algo en tu salud digestiva no va bien?
Esta es la cruda realidad que el Dr. Luis Rivas, un respetado digestólogo con más de treinta años de experiencia, resume sin rodeos: «Tus heces te están gritando que tu páncreas podría estar fallando y tú no les haces ni caso». La advertencia es clara, pues la esteatorrea o heces grasas que flotan no es una anécdota sino un síntoma clínico relevante al que debemos prestar máxima atención por su relación con la función pancreática.
LA SEÑAL INEQUÍVOCA QUE FLOTA EN EL INODORO
Puede que el término ‘esteatorrea’ te suene a chino, pero es muy probable que lo hayas presenciado alguna vez sin darle la menor importancia. Hablamos de esas deposiciones de aspecto pálido, voluminosas y especialmente malolientes que flotan en el agua del inodoro, ya que significa que tu cuerpo no está descomponiendo las grasas de los alimentos que consumes. Esta es la primera pista visual que nos regala nuestro sistema digestivo.
La causa raíz suele estar en la falta de lipasa, una de las enzimas digestivas clave para procesar las grasas de la dieta. Cuando esta no llega en cantidad suficiente al intestino, la grasa pasa de largo, tal como entró, provocando esa apariencia tan característica en el váter, pues esta enzima es producida casi exclusivamente por la glándula pancreática para digerir las grasas. Es la forma que tiene tu cuerpo de decir «ayuda».
EL MOTOR SILENCIOSO DE TU DIGESTIÓN, ¿EN PELIGRO?

Pocos conocen la doble vida de este órgano tan discreto, un trabajador incansable que opera en la sombra de nuestro abdomen. Tal como recuerda el Dr. Rivas, el páncreas es esencial, porque por un lado libera enzimas para la digestión y por otro produce hormonas como la insulina que regula el azúcar en sangre. Sin una correcta función de este órgano vital, todo el equilibrio de nuestro organismo se tambalea de forma peligrosa.
Cuando este trabajador silencioso empieza a fallar, las consecuencias no tardan en aparecer, aunque a menudo las confundimos con otras dolencias menores. La insuficiencia pancreática exocrina es una de ellas, un trastorno en el que el páncreas no produce suficientes enzimas, pues sin una buena salud del páncreas la nutrición se ve seriamente comprometida, por muchas verduras y frutas que incluyas en tu dieta diaria.
CUANDO LA COMIDA PASA SIN PENA NI GLORIA: EL AVISO DEL DR. RIVAS
La sensación de que los alimentos «pasan directamente» sin que tu cuerpo los aproveche es una descripción muy gráfica de lo que ocurre. Como advierte el digestólogo Luis Rivas, esta situación provoca una cascada de problemas, porque la mala absorción de grasas conduce a una deficiencia de vitaminas liposolubles A, D, E y K, que son cruciales para la visión, los huesos, el sistema inmunitario y la coagulación.
El problema va mucho más allá de una simple molestia digestiva, se trata de un estado de desnutrición progresivo que ocurre a la vista de todos. El Dr. Rivas insiste en que ignorar estas señales del páncreas es un error grave, ya que una pérdida de peso inexplicable a pesar de mantener el apetito es otro signo de alarma clásico que acompaña a las heces grasas. Tu cuerpo está literalmente muriendo de hambre.
MÁS ALLÁ DE LAS HECES: OTROS SÍNTOMAS QUE TU CUERPO ENVÍA

No todo se reduce a lo que ocurre en el inodoro; hay otras señales que pueden indicar problemas pancreáticos y que a menudo se pasan por alto. Presta atención si después de comer, sobre todo si la comida ha sido rica en grasas, sientes un dolor sordo en la parte superior del abdomen, ya que este malestar puede irradiarse hacia la espalda y empeorar al tumbarte, obligándote a inclinarte hacia adelante.
La hinchazón abdominal, los gases y una sensación de plenitud casi constante son otros síntomas que completan el cuadro clínico. Según la experiencia del Dr. Luis Rivas, muchos pacientes normalizan estas molestias durante años, atribuyéndolas a «digestiones pesadas», pero lo cierto es que una indigestión persistente puede ser la antesala de un fallo en la función del páncreas. Es un murmullo que, si no se atiende, se convierte en grito.
¿Y AHORA QUÉ? CÓMO PASAR DE LA PREOCUPACIÓN A LA ACCIÓN
Si te has sentido identificado con varios de estos síntomas, la primera regla de oro es no entrar en pánico ni autodiagnosticarte con información de internet. El siguiente paso lógico y responsable es pedir cita con tu médico de cabecera, ya que un profesional sanitario es el único que puede evaluar tu caso de forma personalizada y solicitar las pruebas pertinentes. No dejes para mañana la salud de tu aparato digestivo.
Tu médico probablemente te derivará a un especialista en digestivo, como el Dr. Luis Rivas, quien podrá realizar un estudio más profundo. Con un diagnóstico certero, existen tratamientos eficaces que pueden suplir esa falta de enzimas pancreáticas y devolverte la calidad de vida, porque la terapia de reemplazo enzimático pancreático (TREP) es la solución más habitual y efectiva. La clave, como siempre, es no haber ignorado las señales que tu propio cuerpo te envió.