En un país donde la cultura del deporte y el ejercicio parecen ser cada vez más escépticos con la juventud, surge una sorpresa en la estadística; los mayores de 65 años son el perfil que más se dedican a caminar en España. En contraposición con la idea extendida de que las generaciones más jóvenes son las que más instalación tienen, se muestra que no solo los sénior son los que caminan más.
1EL PROTAGONISMO SENIOR EN EL HABITO DE CAMINAR

En el estudio se extrae un dato curioso: el 61,5% de las personas de más de 65 años camina al menos 10 minutos al día, mientras que esta cifra es de un 52% para las personas de entre 18 y 24 años y de un 53% para las de entre 35 y 44 años, noticia que demuestra que la rutina de caminar, que es una actividad accesible y de bajo impacto, ha tomado una dimensión más significativa entre aquellas personas que ya han pasado la etapa de la jubilación.
Pero hablar únicamente del mínimo requerido no sería del todo correcto. Por encima de la mitad de este grupo de edad, el 54%, se deja llevar y camina una hora o más al día, un esfuerzo que les sitúa por encima de las recomendaciones de la OMS. Este compromiso con la actividad física convierte a los mayores en íconos de autodisciplina y de esfuerzo.
La diferencia de género también es significativa. En el caso de las mujeres mayores que dicen caminar al menos diez minutos al día asciende a un 70%, mientras que en los hombres la cifra se reduce al 54,3%. Sin embargo, en cambio ellas caminan menos y, sí, compensan con más ejercicio intenso a la semana, lo cual remarca que cada género construye la actividad a partir de sus preferencias y de sus posibilidades. Caminar, en este sentido, es una práctica democrática que se adapta a diferentes realidades.