En los últimos años, el marketing se ha reinventado de la mano de la inteligencia artificial. Sin embargo, una nueva ola tecnológica comienza a asomar en el horizonte: la computación cuántica. Lejos de ser una mejora incremental, se trata de una auténtica revolución que promete redefinir la manera en que las marcas analizan datos, personalizan experiencias y optimizan campañas.
Los principios de superposición y entrelazamiento que definen a esta tecnología permitirán procesar información con una rapidez y complejidad imposibles de alcanzar para los ordenadores clásicos. Lo que está en juego no es simplemente una nueva herramienta de marketing, sino un cambio de paradigma que podría transformar de raíz la relación entre empresas y consumidores en la próxima década.
1Una inversión global que marca tendencia

Los números reflejan el entusiasmo internacional por la computación cuántica. Solo en el primer trimestre de 2025, la inversión en este sector superó los 1,25 mil millones de dólares, lo que significa un aumento del 128 % respecto al mismo período de 2024. A esto se suma un notable crecimiento de la inversión privada, que registró un 183 % en apenas un año, confirmando que la confianza en el potencial comercial de esta tecnología va en aumento.
Países como Japón han destinado 7.400 millones de dólares para impulsar el desarrollo cuántico, mientras que China anunció un fondo de capital de riesgo de 138 mil millones que contempla áreas de vanguardia como la inteligencia artificial y la tecnología cuántica. Este compromiso global deja en claro que la carrera no se limita a la innovación científica: el marketing también será uno de los grandes beneficiarios de este avance, y las marcas que logren adaptarse primero contarán con una ventaja difícil de igualar.