La primera impresión al llegar a la nueva vivienda de los Javis es la de entrar en un refugio que combina modernidad, creatividad y calidez. Las ramas de un imponente alcornoque reciben a los visitantes como símbolo de protección. Entre patios, muros de hormigón y luz natural, el hogar de Javier Calvo y Javier Ambrossi refleja su estilo de vida.
Este proyecto, ideado por Benjamin Iborra y Raúl Hinarejos, ha dado forma a una casa concebida como un lugar de encuentro, de trabajo y de descanso. Más que una vivienda, los Javis han creado un escenario en el que se entremezclan recuerdos, proyectos en marcha y sueños por cumplir. Una pieza arquitectónica que revela tanto como su obra artística.
1Los Javis: una arquitectura que respira creatividad

El diseño de la casa de los Javis responde a un planteamiento audaz. Iborra, fundador del estudio Mesura, y Hinarejos, CEO de Viraje, han unido fuerzas para levantar una estructura basada en un sistema industrializado, Ubiko, que reduce residuos y acelera la construcción. En solo tres años lograron dar forma a un espacio que parece suspendido en el tiempo.
Muros de hormigón blanco roto, patios triangulares y ausencia de pilares marcan la estética de la vivienda. Cada elemento ha sido pensado al detalle: 192 piezas prefabricadas, algunas de hasta 20 toneladas, ensambladas con precisión milimétrica. Lo que podría sonar frío se transforma en calidez gracias a la integración de la luz natural, el paisajismo y los objetos cuidadosamente seleccionados.
Para los Javis, esta casa representa un cambio de etapa. Tras años en un piso de Malasaña, necesitaban un espacio donde escribir, ensayar, recibir amigos y encontrar calma. “Queríamos un lugar que siempre pareciera verano, que nos recordara que el esfuerzo ha valido la pena”, explica Ambrossi. Esa intención vital se refleja en cada rincón.