viernes, 26 septiembre 2025

Carlos Núñez (49), nutricionista: «La tostada con aceite, el ‘desayuno sagrado’, es el veneno lento que aniquila tus defensas cada mañana»

El problema no es el aceite, sino el pan refinado (incluso muchos integrales comerciales) que provoca picos de insulina, inflamación crónica y almacenamiento de grasa abdominal. La alternativa recomendada por expertos es un desayuno rico en proteínas y grasas saludables, que estabiliza la energía, proporciona saciedad y protege el sistema metabólico.

La tostada con aceite, ese pilar sagrado de nuestros desayunos, podría ser el mayor enemigo silencioso de tu salud. Lo que hasta ahora considerábamos un ritual inofensivo y mediterráneo, un gesto de cultura y tradición, queda en entredicho por voces expertas que se atreven a romper el silencio. ¿Y si te dijeran que cada mañana empiezas el día con un lastre? Según su análisis, el nutricionista Carlos Núñez la define como un veneno lento que aniquila las defensas y pocos se atreven a señalarlo con esta rotundidad.

Agárrate, porque lo que cuenta este especialista dinamita los cimientos de nuestra primera comida del día. La advertencia es clara y directa, alejada de los discursos ambiguos a los que estamos acostumbrados. Su afirmación de que «nadie se atreve a decirlo» apunta a una verdad incómoda que choca frontalmente con la industria y la costumbre. Para él, este desayuno aparentemente saludable esconde un impacto metabólico devastador que, día tras día, va minando silenciosamente nuestro bienestar general.

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EL DESAYUNO QUE TE ESTÁ ENFERMANDO SIN QUE LO SEPAS

Aquí desgranamos por qué, según expertos como Carlos Núñez, esa inocente tostada matutina es mucho más perjudicial de lo que jamás habrías imaginado. Fuente: Freepik
Aquí desgranamos por qué, según expertos como Carlos Núñez, esa inocente tostada matutina es mucho más perjudicial de lo que jamás habrías imaginado. Fuente: Freepik

El problema no reside tanto en un ingrediente concreto, sino en la combinación y, sobre todo, en el momento del día en que la consumimos. El pan, especialmente si es de harina refinada, provoca un disparo de glucosa en sangre nada más empezar la jornada. A este respecto, este pico de glucosa matutino genera una inflamación de bajo grado que se cronifica con el paso de los años, sentando las bases de futuros problemas de salud.

Esta agresión diaria, aunque sutil, tiene consecuencias a largo plazo, tal y como advierte Carlos Núñez. Ese gesto tan nuestro de disfrutar del pan del desayuno se convierte en un hábito que nos resta vitalidad en lugar de aportarla. La cruda realidad, según su visión, es que el consumo diario de este alimento procesado debilita progresivamente el sistema inmunitario y nos hace más vulnerables a todo tipo de dolencias.

LA VERDAD OCULTA TRAS EL ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA

Incluso el ingrediente más saludable de nuestra dieta mediterránea puede jugar en nuestra contra cuando forma parte de esta tostada que hoy ponemos en el punto de mira. Fuente: Freepik
Incluso el ingrediente más saludable de nuestra dieta mediterránea puede jugar en nuestra contra cuando forma parte de esta tostada que hoy ponemos en el punto de mira. Fuente: Freepik

Mucha gente se defiende argumentando que el aceite de oliva virgen extra es oro líquido, y es cierto, pero su contexto importa. Carlos Núñez insiste en que el aceite no es el villano, sino el cómplice involuntario de un desayuno mal planteado. En esta combinación, el pan blanco refinado actúa como un vehículo que dispara el azúcar en sangre y anula muchos de los beneficios que el aceite podría aportar por sí solo.

Pero, ¿y si el pan es integral? Aquí la cosa se complica, porque la mayoría de las opciones comerciales no son lo que parecen. Este nutricionista subraya que la etiqueta «integral» a menudo es una trampa de marketing para vender un producto ultraprocesado. De hecho, incluso las versiones integrales comerciales suelen contener azúcares y aditivos ocultos que perpetúan el mismo problema metabólico de la tostada tradicional.

¿QUÉ LE PASA REALMENTE A TU CUERPO CADA MAÑANA?

El impacto de esta primera comida del día es inmediato, y tu organismo reacciona de una forma muy concreta ante la ingesta de la tostada. Fuente: Freepik
El impacto de esta primera comida del día es inmediato, y tu organismo reacciona de una forma muy concreta ante la ingesta de la tostada. Fuente: Freepik

En cuanto ingieres esa rebanada matutina, tu cuerpo se pone en alerta para gestionar una subida de azúcar que considera anómala, sobre todo tras el ayuno nocturno. El mecanismo es simple pero agotador para tu sistema endocrino. Como respuesta directa, tu páncreas se ve forzado a liberar una gran cantidad de insulina para gestionar el exceso de glucosa en el torrente sanguíneo, un esfuerzo que no debería realizar tan temprano.

Ese esfuerzo tiene un precio que pagas unas horas más tarde, y seguro que te resulta familiar. La caída de azúcar que sigue al pico de insulina es la responsable de ese bajón de media mañana que muchos intentan combatir con más café o algún snack. Según Núñez, esa sensación de hambre y cansancio a media mañana es una consecuencia directa de esta tostada y su desequilibrio hormonal.

EL MITO DE LA ENERGÍA MATUTINA: UNA BOMBA DE AZÚCAR DISFRAZADA

Nos han vendido que la tostada es la gasolina que necesitamos para arrancar el día, pero la realidad, según esta visión crítica, es muy diferente. Fuente: Freepik
Nos han vendido que la tostada es la gasolina que necesitamos para arrancar el día, pero la realidad, según esta visión crítica, es muy diferente. Fuente: Freepik

La energía que proporciona un desayuno basado en hidratos de carbono simples es, en palabras de Carlos Núñez, una «energía vacía». Es un espejismo que te hace sentir activo durante un breve periodo, pero que se desvanece con la misma rapidez con la que llegó. Al final, el cuerpo recibe una energía rápida y de mala calidad que pronto se desvanece y te deja con una sensación de vacío y necesidad de más carbohidratos.

Este ciclo no solo afecta a tus niveles de energía, sino que también tiene un impacto directo en la composición corporal. Cuando el cuerpo se inunda de insulina con frecuencia, entra en un estado de «almacenamiento» que dificulta la quema de grasas. Por si fuera poco, el exceso de insulina activa los mecanismos de almacenamiento de grasa, especialmente en la zona abdominal, un efecto que muchos achacan a otras causas sin sospechar del desayuno.

LA ALTERNATIVA REAL PARA EMPEZAR EL DÍA CON VITALIDAD

Tras desmontar el mito de la tostada, la pregunta es obvia: ¿qué desayunamos entonces para empezar el día con buen pie y cuidar nuestra salud? Fuente: Freepik
Tras desmontar el mito de la tostada, la pregunta es obvia: ¿qué desayunamos entonces para empezar el día con buen pie y cuidar nuestra salud? Fuente: Freepik

La propuesta de nutricionistas como Carlos Núñez es radicalmente distinta y se centra en cambiar el tipo de combustible que le damos al cuerpo por la mañana. En lugar de la clásica tostada, se recomienda priorizar alimentos que no generen picos de insulina. Por ello, un desayuno basado en proteínas y grasas saludables estabiliza los niveles de azúcar y proporciona saciedad durante muchas más horas, evitando los antojos.

Romper con una costumbre tan arraigada puede parecer difícil, pero los beneficios a corto y largo plazo son la mayor motivación. No se trata de demonizar un alimento, sino de entender cómo funciona nuestro cuerpo y qué necesita realmente al despertar. Al final del día, la clave para un bienestar a largo plazo reside en cuestionar hábitos arraigados que considerábamos inofensivos y apostar por un cambio consciente.


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