Las memorias de Mar Flores han removido las aguas de un pasado que parecía enterrado, y los nombres de quienes la rodearon en sus etapas más convulsas vuelven a estar en boca de todos. Desde su matrimonio fallido con Carlo Costanzia hasta su relación con Fernando Fernández Tapias, cada capítulo abre la puerta a secretos, polémicas y escándalos que nunca llegaron a aclararse del todo. Uno de los episodios más mediáticos fue, sin duda, la portada de Interviú en la que la modelo aparecía en la cama de un hotel junto a Alessandro Lequio, unas imágenes que fueron vetadas por orden judicial pero que ya habían dado la vuelta a España, marcando para siempre la reputación de la socialité. Durante años se ha especulado sobre quién negoció la venta de aquellas instantáneas, y mientras Mar insiste en que fue Lequio quien buscó sacar provecho económico, el conde italiano ha negado siempre su implicación. Ahora, con la polémica reavivada por la publicación de las memorias, ha sido Kiko Matamoros quien ha puesto más leña al fuego al asegurar que el colaborador sí intentó cerrar aquel negocio.
3Alessandro Lequio tiene muchos secretos

Lo más llamativo de esta situación es que, a pesar del tiempo transcurrido, los protagonistas siguen arrojándose acusaciones, lo que demuestra que las heridas no están cerradas. La confesión de Matamoros, cargada de detalles y afirmaciones rotundas, incomodó notablemente a Lequio, que se vio señalado una vez más en un asunto que preferiría dejar en el olvido. Pero lejos de calmar los rumores, este nuevo capítulo confirma que la intrahistoria de aquellas fotografías continúa generando titulares y que, con cada testimonio que sale a la luz, se abren más interrogantes sobre quién hizo qué y hasta dónde llegaron las negociaciones para sacar provecho de unas imágenes que nunca debieron ver la luz.
La historia, en definitiva, refleja un cóctel de intereses cruzados, silencios y medias verdades donde nadie queda libre de sospecha. Lo que parecía un recuerdo enterrado en las hemerotecas ha regresado con fuerza, y lo ha hecho de la mano de alguien que conoce bien los mecanismos de la prensa del corazón. Kiko Matamoros ha decidido hablar alto y claro, y sus palabras no solo ponen contra las cuerdas a Lequio, sino que también reabren uno de los episodios más turbios de la vida de Mar Flores, cuya biografía sigue demostrando que el pasado siempre vuelve para ajustar cuentas.