El principal dato del día será el deflactor del consumo PCE correspondiente al mes de agosto y que se espera repunte una décima, hasta el 2,7%. La segunda referencia será la revisión de los ratings soberanos de España por parte de Fitch y Moody’s y de Suecia, por parte de esta última.
Christopher Koslowski, estratega sénior de renta fija y divisas, Multi Asset Boutique, Vontobel, señala que la perspectiva cíclica del euro se ha visto afectada por los aranceles y la persistente fortaleza de EE. UU., pero las tendencias del mercado indican que el argumento alcista a largo plazo frente al dólar se mantiene, siendo el principal riesgo una economía estadounidense más fuerte de lo esperado.
El repunte del dólar del año pasado fue impulsado por el fuerte crecimiento de EE.UU. y las repetidas revisiones al alza del producto interno bruto (PIB). Sin embargo, el impulso se desvaneció en 2025. El Índice del dólar de EE.UU. cayó alrededor de un 11% en la primera mitad del año, marcando el fin de una tendencia alcista estructural que comenzó en 2010 y que acumuló una ganancia aproximada del 40% hasta 2024. En 1985, la caída del dólar se produjo tras el Acuerdo del Plaza, cuando las principales economías coordinaron un debilitamiento de la divisa estadounidense después de un periodo de gran fortaleza.

Para el 21 de agosto, el dólar estadounidense había recuperado parte de las pérdidas de este año, aunque la magnitud del retroceso invita a la comparación con la reversión de 1985 posterior al Acuerdo del Plaza.
Un arancel del 15% de EE.UU. sobre la Unión Europea, junto con un euro más fuerte, deja a los exportadores de la zona euro más expuestos. En nuestra opinión, el mayor riesgo no es una mayor debilidad europea, sino un repunte en EE.UU. El consenso para el crecimiento de EE.UU. ha disminuido al 1,5% desde el 2,3% para 2025 y al 1,7% desde el 2% para 2026. Las proyecciones para la zona euro se han mantenido cerca del 1%.
Con la debilidad de Europa ya descontada en los precios, el factor decisivo será la información económica de EE.UU. Los próximos datos ahora están en el centro de la perspectiva del EUR/USD. Nuestra postura a largo plazo no ha cambiado: estructuralmente alcista para el euro, con el crecimiento más fuerte de lo esperado en EE.UU. como el principal riesgo.
Deflactor del consumo PCE de agosto en EEUU
El dato del día será el deflactor del consumo PCE, pero llegará por la tarde. La agenda arranca mucho antes, en Japón, con la inflación de septiembre, las compras de bonos extranjeros, la inversión extranjera en acciones japonesas y la comparecencia de Noguchi, miembro del consejo del BoJ.

Seguirá en Singapur, con la producción industrial de agosto, desde donde pasará a Europa, con el PIB español del segundo trimestre, la confianza empresarial y del consumidor de Italia en septiembre, la comparecencia de Lagarde, presidenta del BCE y los demandantes de empleo en Francia (agosto).
India publica sus reservas de divisas, Brasil su cuenta corriente de agosto y México la balanza comercial también de agosto justo antes de que se conozca el deflactor del consumo PCE de agosto en Estados Unidos, que vendrá con los ingresos y gastos personales de ese mismo mes.
Canadá dará a conocer el PIB de julio y las ventas mayoristas de agosto, en tanto que EEUU ofrecerá los gastos de consumo personal de la Fed de Dallas de agosto, declaraciones de Barkin, miembro del FOMC, y los datos definitivos (septiembre) de la Universidad de Michigan.
La agenda la cierran el balance presupuestario de julio en Canadá, el GDPNow de la Fed de Atlanta del tercer trimestre, el número de plataformas petrolíferas y el recuento de yacimientos activos en EEUU de Baker Hughes, y la comparecencia de Bowman, miembro del FOMC.