viernes, 26 septiembre 2025

Adif se prepara sin trenes para la liberalización en Galicia

La liberalización de Galicia tiene todo para convertirse en un dolor de cabeza para Adif

Al menos dos operadores interesados, si las condiciones lo permiten, pero ningún fabricante disponible. La realidad de la línea que conecta Madrid y Galicia es la más complicada de las rutas atractivas comercialmente para los operadores privados, con ciudades como Vigo o Coruña siendo claves para el mapa turístico español, y con el Camino de Santiago como gran reclamo la comunidad del norte es el último gran monopolio de Renfe, a la espera de que Adif abra la segunda etapa de la liberalización que la tiene como joya de la corona. 

El problema para las empresas que quieran operar esta ruta, una lista que incluye a Ouigo e Iryo y competir con la empresa pública, es que no tienen los trenes necesarios para operar en este espacio. Lo cierto es que Renfe es la única operadora en España, y en Europa, que tiene la posibilidad de operar en esta ruta actualmente, pues los únicos que tiene los trenes necesarios para las vías de alta velocidad de ancho variable. Es bueno recordar que la particularidad de la construcción del sistema ferroviario español hace que tenga dos anchos diferentes en algunas rutas. 

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El caso de la ruta Gallega es especialmente complicado. La ruta hasta Orense está hecha con ancho internacional, pero de allí a Santiago, y demás ciudades clave, como Vigo, tienen ancho ibérico. Esto obliga a cualquier operador a comprar trenes que puedan adaptarse a las dos medidas sin detenerse y solo hay uno en el mercado: los Avril de Talgo que actualmente operan en esta ruta, además se suma la preocupación de que los trenes de la serie 106 de esta familia son los que han tenido que retirar del mercado en la ruta a Barcelona por la aparición de grietas.

Tren de Ouigo. Fuente: Agencia
Tren de Ouigo. Fuente: Agencia

Se suma, por supuesto, la posibilidad de acercarse a CAF, cuyo modelo para el ancho variable, el OARIS, existe ya como prototipo, pero no opera comercialmente. Es una opción presente para los posibles operadores, pero que no deja de representar el riesgo de la novedad tanto en su funcionamiento como en la velocidad de su entrega. Se suma que la empresa tiene ya varios pedidos en proceso de fabricación, lo que harían de una entrega «expres» algo imposible. En el caso de Talgo, que sigue esperando cerrar el acuerdo de venta a Sidenor, sus problemas con las fechas de entrega son más que conocidos. 

La única buena noticia es que hay tiempo. Adif todavía no ha anunciado las condiciones para la segunda etapa de la liberalización, y en cualquier caso no espera anunciar las empresas que formaran parte de la misma hasta finales del próximo año, de momento Renfe puede seguir aprovechando este monopolio, uno de los pocos que le queda en las grandes rutas españolas. 

EL TREN CRECE FRENTE AL AVIÓN

En cualquier caso, desde Galicia tienen buenos motivos para desear la llegada de Ouigo e Iryo. La aerolínea clave de esta ruta, Ryanair, ha dejado el aeropuerto de Santiago como parte de su pulso con AENA por las tarifas aeroportuarias, y de momento no hay ninguna aerolínea ocupando su espacio, lo que pone a la Comunidad en una situación compleja, y aumenta su desconexión para el resto de España. 

Pero es que además los datos muestran que la llegada de los nuevos competidores a la alta velocidad ha robado cerca de un millón de pasajeros al avión en estas rutas. Una liberalización real donde haya competidores en esta ruta haciéndole frente a Renfe sería suficiente para resolver el problema del abandono de Ryanair, aunque evidentemente es necesario que estos tengan los trenes necesarios para operar esta ruta. 

ADIF TIENE MOTIVOS PARA ACELERAR LA DECISIÓN

Aunque Renfe y, por tanto, el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, tengan motivos para que esperar que estos problemas retrasen la llegada de nuevos competidores para ADIF no sería una mala noticia. La posibilidad de cobrar los cánones a nuevos competidores también puede ser útil para el mantenimiento de las vías o para iniciar proyectos que de momento descarta, como la modernización de las vías con ancho ibérico. 

En cualquier caso, no depende solo de ellos. Los fabricantes son los que son, y a pesar de que Ouigo haya tocado puertas fuera de España para la fabricación de los trenes, la particularidad del sistema local hacen complicado que aparezca un fabricante interesado en sumarse al proyecto. 


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