En el curso de las últimas décadas, la esperanza de vida se ha incrementado de forma bastante importante, aunque no siempre asociada a la calidad de vida que va de la mano una dieta controlada. Cada vez resulta más evidente que el hecho de vivir más años no implica que sea vivido con autonomía ni con bienestar. Así pues, Paco Tarazona, un especialista en esta disciplina, hace hincapié en un mensaje fundamental: «Intervenciones multimodales como la dieta, el ejercicio o la socialización ayudan a prevenir la fragilidad». Esta afirmación no solamente hace referencia a una guía práctica, sino que supone un cambio de paradigma en la forma de envejecer.
1LA RECETA DEL DÍA CON INTERVENCIONES MULTIMODALES

Aún más allá de la ciencia de laboratorio, lo que mayormente determina la calidad de vida en la vejez es la cotidianidad de la práctica. La fragilidad no es un destino, sino un camino que se puede hacer más lento o al que se le puede poner freno mediante acciones concretas. Tarazona pone el énfasis en el hecho de que se puede recurrir al enfoque multimodal, un enfoque que permite integrar diferentes intervenciones entre sí. Una alimentación equilibrada, a base de proteínas de calidad, frutas, verdura y grasas saludables, viene a constituir el primer pilar generando una dieta equilibrada.
La dieta equilibrada nos proporciona la materia prima y, además, sirve para proteger el organismo de la inflamación y del desgaste que viene asociado a la edad. Finalmente, no se debe olvidar el propio tejido social, el contacto intercacional, la participación en actividades vinculadas a la comunidad o el intercambio argumental y/o afectivo, afirma esto el geriatra, Paco Tarazona. Socializar no es un lujo personal o grupal, sino un elemento de protección frente a la soledad y la depresión que pueden provocar la fragilidad.