En Gossip, la sección de corazón más leída del momento, nos detenemos en uno de los episodios más comentados de la última gala de Supervivientes All Stars. La protagonista absoluta ha sido Sonia Monroy, quien no ha podido contener su frustración y dolor tras verse completamente olvidada por sus compañeros durante el reparto de una de las recompensas más esperadas. La actriz catalana, con lágrimas en los ojos, ha confesado sentirse “traicionada”, abriendo un debate sobre las lealtades y la verdadera amistad en un concurso donde el hambre y la tensión pueden convertir cualquier detalle en un auténtico drama.
1Rubén Torres está implicado en el problema

La historia comenzó con la disputa de la Liga de los Dioses, una de las pruebas más duras y exigentes de esta edición, en la que el ganador fue Rubén Torres. La recompensa era una pizza kilométrica, un manjar más que deseado en un momento en que las fuerzas están al límite y el apetito marca cada jornada. La alegría inicial de Torres pronto se transformó en responsabilidad, ya que debía repartir el premio entre algunos de sus compañeros, pero no con todos. Decisión complicada que, como suele suceder en este reality, terminó destapando fisuras y creando un ambiente cargado de reproches.
Rubén, consciente de la situación y de la cercanía que mantiene con algunos, decidió que fueran Miri, Noel e Iván quienes compartieran los primeros trozos de pizza. La elección no fue bien recibida por algunos participantes, pero marcó el inicio de un reparto lleno de tensiones. Uno a uno, los supervivientes fueron cortando la porción que creían justa y designando al siguiente comensal, mientras la cámara captaba cada gesto y cada mirada. Y aunque la pizza parecía alargarse milagrosamente, el nombre de Sonia Monroy no aparecía por ninguna parte.
La escena adquirió un tono cada vez más incómodo. Sonia, en silencio, observaba cómo los cuchillos iban cambiando de manos y los trozos desaparecían uno a uno, sin que nadie de su círculo cercano la tuviera en cuenta. Fue entonces cuando Jessica Bueno, al ver que quedaba poco de la recompensa, decidió que lo justo era que Sonia recibiera el siguiente trozo. “Me parece muy feo que nadie de su playa le haya elegido a ella”, afirmó Jessica, mostrando cierta indignación. Sin embargo, lo que parecía un gesto de justicia terminó por convertirse en un momento aún más doloroso para Sonia.