Pocas figuras deportivas transcienden mucho más allá de su disciplina. Pau Gasol fue una de esas estrellas que no han dejado de brillar pese a su retirada.
Pau Gasol pasa por ser uno de los mejores deportistas españoles de toda la historia. Son muchos los hitos que consiguió a lo largo de su carrera, y es que cuando saltaba a la cancha todas las apuestas deportivas se tornaban hacia su favor, ya fueran en la ACB, NBA o con la selección española. Precisamente, con “La Familia” realizó una de las mejores actuaciones que se recuerdan a un jugador europeo, que merece la pena rememorar.
Semifinales ante Francia
El 17 de septiembre de 2015 quedó grabado en la memoria del baloncesto europeo como la noche en que Pau Gasol protagonizó una de las actuaciones más recordadas de la historia de la selección española. El escenario fue Lille, en las semifinales del Eurobasket, frente a la anfitriona Francia, vigente campeona y con una de las plantillas más poderosas del torneo. Gasol, con 35 años y en un momento avanzado de su carrera, asumió la responsabilidad de guiar a un equipo español que llegaba con ausencias importantes. A lo largo de 40 minutos, dominó el juego de manera incontestable, terminando con 40 puntos, 11 rebotes y una influencia absoluta en ambos lados de la cancha. Aquella exhibición no solo aseguró el pase a la final, sino que consolidó su figura como líder indiscutible de la selección en una de las victorias más icónicas del deporte español.
Más allá de los números, la dimensión de aquella noche se explica por el contexto. España llegaba con dudas tras un inicio irregular en el campeonato, y Francia contaba con jugadores como Tony Parker, Nicolas Batum o Rudy Gobert, respaldados por una afición que llenaba el estadio. La presión parecía pesar sobre el conjunto dirigido por Sergio Scariolo, pero Gasol respondió con una actuación descomunal, cargando con el equipo en ataque y defendiendo con la misma intensidad. Cada canasta suya parecía quebrar la moral francesa y al mismo tiempo alimentar la confianza española. El partido terminó en la prórroga, con España imponiéndose 80-75 gracias a la inspiración del ala-pívot catalán, que fue celebrado como héroe nacional.
Su salto a la NBA
Diez años después, ese partido se recuerda como uno de los hitos más grandes de su carrera internacional, pero también como un reflejo de lo que representó Gasol en la cancha: talento, compromiso y liderazgo. Su legado no se limita a la selección española, donde conquistó múltiples medallas y lideró a una generación dorada que transformó la percepción del baloncesto en el país. También dejó una huella imborrable en la NBA, donde abrió un camino para jugadores europeos que soñaban con triunfar en la liga más exigente del mundo.
Gasol aterrizó en la NBA en 2001, elegido por los Atlanta Hawks, pero traspasado inmediatamente a los Memphis Grizzlies. Desde su primera temporada demostró que estaba preparado para competir al máximo nivel, ganando el premio al Novato del Año. Su capacidad técnica, poco habitual en un jugador de su altura, le permitió destacar como pívot versátil, capaz de anotar en el poste, pasar con visión de base y adaptarse a distintos estilos de juego.
Su hermano, Kobe Bryant
asoció con Kobe Bryant para formar una de las parejas más exitosas de la época. Con Gasol en la pintura, los Lakers recuperaron su estatus de equipo campeón y conquistaron dos títulos consecutivos en 2009 y 2010. En aquellas finales, Pau no fue solo un complemento de lujo, sino un protagonista fundamental, aportando tanto en ataque como en defensa y consolidando su reputación como uno de los mejores interiores de la NBA.
Su trayectoria en la liga estadounidense se prolongó durante casi dos décadas, pasando también por Chicago, San Antonio, Milwaukee y Portland. Aunque las lesiones marcaron la parte final de su carrera, su impacto ya estaba consolidado. En total, disputó seis All-Star Games, fue incluido en cuatro ocasiones en los mejores quintetos de la NBA y acumuló más de 20000 puntos y 11000 rebotes. Pero más allá de las estadísticas, dejó una impronta de respeto, profesionalismo y espíritu de equipo que lo convirtieron en un referente para compañeros y rivales.
El legado de Gasol se percibe hoy en múltiples dimensiones. En España, es símbolo de una generación que llevó el baloncesto a un lugar central en la cultura deportiva, con mundiales, europeos y medallas olímpicas. En la NBA, es recordado como pionero y como uno de los grandes embajadores del baloncesto europeo. Y en la memoria colectiva, su exhibición contra Francia en 2015 sigue siendo una representación perfecta de lo que fue capaz de hacer cuando el equipo más lo necesitaba: cargar con todo el peso del partido y salir victorioso. Sin duda, Pau Gasol es sinónimo de un ejemplo deportivo a nivel mundial.