miércoles, 24 septiembre 2025

«Una ensalada con burrata no es ligera»: Magda Carlas, médica, desmonta el mito del plato ‘healthy’ que puede tener más calorías que un cachopo

Ingredientes como el pesto, los frutos secos o los aceites en exceso transforman este plato 'healthy' en una bomba calórica. La clave para disfrutarla sin remordimientos es controlar las porciones y elegir aderezos y 'toppings' más ligeros y naturales.

Una ensalada con burrata puede ser, sin que lo sepas, el mayor engaño de tu dieta veraniega. Pocos imaginan que, tras su apariencia fresca y verde, se esconde una bomba calórica que desmonta cualquier plan para mantener la línea. La afirmación de la médica Magda Carlas, «una ensalada con burrata no es ligera», resuena como un jarro de agua fría para los amantes de este plato ‘healthy’ que, en realidad, tiene truco. ¿Estás preparado para descubrirlo?

La advertencia de Carlas sobre esta delicia mediterránea no es una exageración, sino un aviso para navegantes. La experta asegura que esta preparación puede tener más calorías que un cachopo. La advertencia de la médica es clara y directa, pues este manjar italiano puede superar en calorías a platos mucho más contundentes, desmontando por completo el mito que hemos construido a su alrededor. Sigue leyendo, porque lo que vas a descubrir cambiará tu forma de pedir en los restaurantes.

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LA GRAN MENTIRA DEL PLATO «FIT» POR EXCELENCIA

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Nos hemos acostumbrado a asociar la palabra «ensalada» con algo intrínsecamente ligero y saludable. Nos dejamos llevar por una imagen idílica de comida sana, cuando la realidad nutricional puede ser radicalmente opuesta a lo que pensamos y llevarnos a un error. Esta propuesta saludable puede convertirse fácilmente en una trampa si no prestamos atención a los detalles que la componen, que son muchos y muy calóricos, como advierte la doctora Carlas.

El halo de producto sano que rodea a esta popular receta es su mejor camuflaje. Como bien señala la experta, el diablo está en los detalles, ya que son los aderezos y ‘toppings’ los que disparan el contador de calorías sin que nos demos cuenta. Frutos secos, salsas densas como el pesto, pan tostado o aceites sin medida son los verdaderos culpables de que este plato con burrata se aleje tanto de ser una opción ‘light’ y digestiva.

¿QUÉ ESCONDE REALMENTE TU ENSALADA FAVORITA?

Analicemos los componentes de una ensalada con burrata 'gourmet' para entender dónde reside el problema real de sus calorías. Fuente: Freepik
Analicemos los componentes de una ensalada con burrata ‘gourmet’ para entender dónde reside el problema real de sus calorías. Fuente: Freepik

Para empezar, hablemos del propio queso. Una burrata entera, que es como se suele servir en muchos locales, puede rondar fácilmente las 300 kilocalorías. La burrata, con su corazón cremoso, es deliciosa pero densa, y su aporte calórico por sí solo ya equivale al de un segundo plato considerable. Si a esto le sumamos los acompañantes, la cifra se dispara de una forma que pocos podrían llegar a imaginar en un plato de queso fresco.

Pero la cosa no termina ahí, ni mucho menos. La afirmación de que «una ensalada con burrata no es ligera» que hace Magda Carlas cobra todo su sentido al añadir el resto de ingredientes. La suma de estos extras convierte un plato fresco en una comida hipercalórica. Unas pocas nueces pueden añadir 180 calorías; una ración generosa de pesto, otras 200; y el aceite de oliva, aliño rey, suma unas 90 calorías por cada cucharada.

MÁS CALORÍAS QUE UN CACHOPO: LA COMPARATIVA QUE DUELE

Puede sonar a broma, pero la advertencia de Magda Carlas sobre la ensalada con burrata tiene una base matemática y nutricional sólida. Fuente: Freepik
Puede sonar a broma, pero la advertencia de Magda Carlas sobre la ensalada con burrata tiene una base matemática y nutricional sólida. Fuente: Freepik

Un cachopo de ternera de tamaño medio puede situarse en torno a las 800 o 1.000 calorías, una cifra que todos asumimos como un exceso puntual. Lo sorprendente es que una ensalada con burrata bien cargada de extras puede igualar e incluso superar esa cifra sin esfuerzo, y lo más peligroso es la percepción errónea de estar comiendo algo ligero y saludable. Es el perfecto ejemplo de cómo las apariencias engañan en el mundo de la nutrición.

La clave de la sorprendente afirmación de la doctora Magda Carlas está en la densidad energética de los ingredientes que componen esta ensalada gourmet. Mientras que el cachopo nos sacia rápidamente, la ensalada no siempre lo consigue, y podríamos acabar consumiendo una cantidad similar de calorías sin sentirnos igual de llenos. Este desequilibrio entre percepción y realidad es lo que convierte a este plato en un enemigo silencioso para nuestro peso.

NO TODO ESTÁ PERDIDO: CÓMO RESCATAR TU PLATO DE BURRATA

No se trata de demonizar esta receta italiana, sino de aprender a disfrutar de una ensalada con burrata de forma inteligente y equilibrada. Fuente: Freepik
No se trata de demonizar esta receta italiana, sino de aprender a disfrutar de una ensalada con burrata de forma inteligente y equilibrada. Fuente: Freepik

La solución no es eliminarla de nuestra dieta, sino transformarla en una opción verdaderamente saludable. Para ello, es fundamental compartir la pieza de burrata o usar medias porciones, y controlar con mano firme la cantidad y el tipo de ‘toppings’ que añadimos al plato. La advertencia de Magda Carlas no es una prohibición, sino una invitación a la consciencia y a la moderación en las elecciones.

Podemos crear una versión deliciosa y mucho más ligera de esta preparación estival. Simplemente hay que priorizar una base de hojas verdes variadas y tomates frescos, y sustituir los aderezos grasos por opciones como un aliño de limón o vinagretas caseras ligeras. Unas pocas láminas de almendra en lugar de un puñado de frutos secos marcarán una diferencia abismal en el resultado calórico final de tu plato.

LA CLAVE ESTÁ EN EL EQUILIBRIO, NO EN LA PROHIBICIÓN

Disfrutar de una ensalada con burrata sin remordimientos es posible si aplicamos el sentido común y la información nutricional correcta. Fuente: Freepik
Disfrutar de una ensalada con burrata sin remordimientos es posible si aplicamos el sentido común y la información nutricional correcta. Fuente: Freepik

La gastronomía está hecha para disfrutarla, y platos como este manjar italiano son un placer al que no tenemos por qué renunciar. El secreto, como casi siempre en la vida, está en el equilibrio, pues entender lo que comemos nos da el poder de tomar mejores decisiones para nuestra salud. La frase «una ensalada con burrata no es ligera» de Magda Carlas es una herramienta, no una sentencia.

Así que la próxima vez que te apetezca esta delicia, piensa en cómo la quieres construir. En lugar de verla como una simple ensalada, trátala como lo que es: un plato principal completo. Con los ajustes adecuados, puedes convertir esa potencial bomba calórica en una comida nutritiva, saciante y espectacular, alineada con un estilo de vida saludable. Porque comer bien no significa comer aburrido, sino comer con cabeza y conocimiento de causa.


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