martes, 23 septiembre 2025

¿Hasta cuándo puede aguantar Telepizza?

Con apenas 18 millones de patrimonio neto, se queda a las puertas de la quiebra técnica.
El pasivo crece hasta los 435 millones, mientras los activos se contraen.
La ingeniería fiscal no soluciona sus tensiones financieras.

Las cuentas presentadas por Telepizza han vuelto a poner el foco sobre la viabilidad de la compañía. Aunque la firma sigue inmersa en su profunda reestructuración, tanto societaria como de deuda, la evolución no resulta alentadora. Y menos aún en los aspectos clave para cualquier negocio: por un lado, la empresa no gana dinero con su actividad, como evidencian tanto el resultado de explotación como el flujo de caja, ambos en negativo. Por otro, soporta un nivel de endeudamiento elevado, con intereses en algunos casos desorbitados.

El problema central es que, tras años acumulando pérdidas, el patrimonio neto apenas resiste un ejercicio más. En las últimas cuentas, el capital se limita a unos 18 millones de euros, muy lejos de los 51 millones de pérdidas registradas en 2024. Existe cierto margen para el optimismo, ya que una parte de esas pérdidas son de carácter financiero y no recurrente, ligadas a la reestructuración del grupo y de sus deudas. Sin embargo, no conviene olvidar que la sociedad perdió casi 12 millones únicamente por el desarrollo de su actividad ordinaria.

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El escaso patrimonio neto —que cayó un 73% en 2024— no es el único signo de desequilibrio. Otras partidas también reflejan la fragilidad de la firma: los activos no corrientes se redujeron un 4,5% y los corrientes hasta un 15%, mientras que el pasivo total aumentó un 5%. En suma, una evolución en dirección opuesta a lo que sería deseable para cualquier empresa.

Telepizza y su difícil día a día

El dato más preocupante es que Telepizza pierde dinero con su actividad principal. En su cuenta de resultados, lo primero que salta a la vista es la fuerte caída de los ingresos: un 23% menos. Según la compañía, esta merma se debe a la «disminución de royalties e ingresos de cánones correspondientes a la actividad de Masterfranquicia en América y el Caribe, traspasada a YUM! Brands el 1 de enero de 2024”.

No obstante, el problema no se limita a esa transferencia. Telepizza también sufre en el negocio de tiendas se observa un retroceso: las ventas descendieron un 6,4%. A ello se sumó un encarecimiento de los costes laborales, con un aumento del 3,6% en sueldos y salarios y un alza del 21,6% en cargas sociales. Incluso el coste de las existencias mostró una ligera subida.

Telepizza
Fuente: Telepizza

La combinación de menores ventas y mayores costes erosiona los márgenes de cualquier empresa, hasta el punto de provocar pérdidas operativas. Eso es exactamente lo que ocurre en Telepizza, cuyo resultado de explotación se situó en negativo en algo más de 11 millones.

Aun así, lo más preocupante se aprecia en el estado de flujos de efectivo. Este documento refleja los movimientos reales de caja, al margen de partidas contables diferidas. Consta de tres bloques —explotación, inversión y financiación— y suele considerarse la prueba definitiva de la salud financiera de una empresa. Cuando explotación e inversión son negativas, la compañía se ve obligada a recurrir a financiación para continuar operando.

Una deuda asfixiante y la ingeniería fiscal

Ese es, precisamente, el caso de Telepizza. Su flujo libre de caja —la diferencia entre el dinero generado por la actividad y el destinado a inversión— fue negativo en 40 millones. En consecuencia, la empresa se ha visto obligada a incrementar su deuda en esa misma magnitud para sostener la operativa.

La tensión financiera se agrava al considerar su elevado pasivo, que supera los 435 millones de euros. Una parte corresponde a acreedores externos, cada vez menos presentes, y otra a sociedades del propio grupo. Paradójicamente, los intereses que paga a estas últimas son más altos que los abonados a entidades externas. Más que una paradoja, se trata de una práctica habitual entre fondos: cargar intereses a la matriz permite reducir la base imponible, ya que los intereses están exentos de impuestos, a diferencia de los beneficios.

En cualquier caso, las condiciones son onerosas en ambos frentes. La financiación externa oscila entre el 12,25% y el euríbor +6,25% (aproximadamente entre el 8% y el 9%). Las líneas de crédito con empresas del grupo alcanzan, en algunos casos, hasta el 15%. Solo el préstamo ICO con Banco Santander, que aplica un interés de euríbor +3,25%, resulta menos gravoso, además de haber recibido una quita recientemente.

En definitiva, las tensiones operativas y financieras continúan estrangulando a Telepizza. Hasta ahora, la compañía ha logrado sobrevivir gracias a la capitalización de intereses y a sucesivas ampliaciones. La gran incógnita es si podrá mantener ese pulso bajo un escenario tan adverso.


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