La vida de un actor suele estar llena de focos, cámaras y escenarios, pero pocas veces conocemos la intimidad de aquellos espacios donde realmente encuentran la paz. José Coronado, uno de los intérpretes más respetados del cine y la televisión nacional, eligió permanecer fiel a sus raíces y mantener en Madrid, concretamente en Chamberí, su verdadero refugio personal.
En su piso de la calle José Abascal, el artista ha levantado un hogar que no solo refleja comodidad y buen gusto, sino también recuerdos, pasión por el arte y una conexión inquebrantable con la ciudad que lo vio nacer. Más allá de los premios y reconocimientos, la vivienda de José Coronado se convierte en un escenario diferente: cálido, humano y cargado de significado.
5La terraza acristalada: un refugio para la calma

El salón de José Coronado se abre hacia una terraza acristalada que funciona como un pequeño oasis dentro de la ciudad. Con puertas correderas de aluminio y cristal, este espacio recibe abundante luz natural, lo que lo convierte en un lugar perfecto para la lectura, la reflexión o simplemente para disfrutar de un momento de calma.
Allí, el actor ha colocado una butaca blanca junto a varias plantas que aportan frescura y serenidad. Es un rincón íntimo y sencillo, pensado más para el disfrute personal que para impresionar a los visitantes. Este espacio resume la filosofía de vida de José Coronado: valorar los pequeños placeres cotidianos, buscar armonía en medio del bullicio urbano y rodearse de aquello que le brinda bienestar.
La terraza también refuerza la idea de que su vivienda no es solo un lugar donde dormir o descansar, sino un refugio pensado al detalle para vivir con calidad y tranquilidad. En cada elemento se aprecia la intención de transformar lo cotidiano en algo especial, un rasgo que habla mucho del carácter del actor.