La nueva IA de Whatsapp ha llegado para cambiarnos la vida, o eso dicen, pero no de la forma que todos imaginábamos entre teorías conspiranoicas y miedos a que nos espíen. Según el abogado experto en derecho digital Rolando Susante, el verdadero cambio es mucho más sutil y profundo. Lo que se nos viene encima es algo que, y esto es lo que asusta, alterará la propia naturaleza de nuestras conversaciones más íntimas sin que apenas nos demos cuenta. ¿Estamos preparados para ello?
Pocos se han parado a pensar en las consecuencias reales de integrar esta tecnología en nuestro día a día, más allá del susto inicial. La advertencia de Susante es clara y resuena con fuerza: “La IA de Whatsapp te hará esto (y no es espiar)”. No se trata de que un algoritmo lea tus mensajes para venderte algo, sino de que la inteligencia artificial de Meta redefinirá cómo nos relacionamos y recordamos nuestras propias interacciones. Y ese poder, silencioso y constante, es lo que de verdad nos tiene a todos asustados.
¿UN ASISTENTE AMIGO O UN INTRUSO SILENCIOSO?
A primera vista, las promesas del asistente de Meta en Whatsapp son un sueño hecho realidad para muchos. Imagina poder generar imágenes al instante para un cumpleaños o pedirle que resuma un chat de grupo interminable en tres puntos clave. La comodidad es innegable, ya que esta funcionalidad nos ahorrará una cantidad de tiempo y esfuerzo considerables en la gestión diaria de la comunicación. Una herramienta diseñada para hacernos la vida más fácil. ¿O no?
Sin embargo, es justo en esa aparente amabilidad donde Rolando Susante sitúa el foco de su preocupación. ¿Qué ocurre cuando empezamos a delegar nuestra capacidad de interpretar, resumir o incluso crear en nuestras conversaciones? Lo que pasará con el chatbot de Whatsapp es que, según el letrado, la espontaneidad y el subtexto humano podrían empezar a ser sustituidos por respuestas y resúmenes estandarizados por la máquina, perdiendo la riqueza de la comunicación real.
LA LETRA PEQUEÑA QUE NADIE ESTÁ LEYENDO

Muchos usuarios asumen que la inteligencia artificial en Whatsapp aprende directamente de sus chats privados, pero la realidad es más compleja. El sistema se nutre de una ingente cantidad de información pública de internet para entrenarse y generar respuestas coherentes y creativas. El problema es que, aunque no lea tus chats para aprender, su intervención se produce en el espacio más privado que tenemos, aplicando su lógica artificial a nuestras emociones humanas.
Aquí es donde la advertencia de Rolando Susante cobra una nueva dimensión. Según su análisis, esta frontera difusa es la clave de todo el asunto que plantea la IA de Whatsapp. No se trata de privacidad en el sentido clásico, sino de la soberanía sobre nuestras propias palabras, ya que el asistente virtual de Meta actuará como un mediador invisible que puede llegar a condicionar el tono y el contenido de nuestros diálogos, y lo hemos aceptado sin ser conscientes.
«MODIFICARÁ TU REALIDAD»: LA ADVERTENCIA DE SUSANTE
Cuando la nueva función de IA te sugiere una respuesta para consolar a un amigo o te resume una discusión de pareja, no está siendo neutral. Cada resumen es una interpretación y cada sugerencia lleva implícita una intención programada. Como bien apunta Susante, lo que hará la IA de Whatsapp es que aceptemos como objetiva una versión de la realidad que ha sido procesada y editada por un algoritmo sin emociones, acostumbrándonos a una eficiencia que deshumaniza.
El verdadero temor que transmite el abogado Rolando Susante es que esta herramienta nos lleve a recordar nuestras vidas de una forma sesgada. Al pedirle a la IA de Whatsapp un resumen de tus conversaciones de la última semana con alguien, no obtendrás la verdad, sino un extracto. Con el tiempo, corremos el riesgo de que nuestra memoria emocional se vea reemplazada por estos resúmenes lógicos y fríos generados por el bot.
EL VERDADERO PELIGRO NO ES EL ESPIONAJE, ES LA MANIPULACIÓN

Espiar implica una acción pasiva de escucha, de extracción de información para un fin concreto, como la publicidad. La manipulación, en cambio, es activa y busca influir en tus decisiones y emociones futuras. La tecnología de IA en la app de mensajería no quiere saber qué has cenado, sino sugerirte sutilmente qué responder la próxima vez que discutas sobre dónde ir a cenar, basándose en patrones de éxito comunicativo.
Rolando Susante insiste en que este es el núcleo de su advertencia sobre la IA de Whatsapp y el motivo por el que “estamos todos asustados”. El poder de esta tecnología no reside en lo que sabe de ti, sino en cómo puede usarlo para guiarte. Según sus palabras, la herramienta podría convertirse en una forma de control increíblemente sofisticada y normalizada, una dependencia silenciosa de una máquina para gestionar nuestras propias relaciones humanas.
¿ESTAMOS PREPARADOS PARA CONVERSAR CON UNA MÁQUINA QUE NOS CONOCE?
La integración del cerebro artificial de Whatsapp en los chats familiares, de pareja o de amigos íntimos plantea un escenario sin precedentes. No es lo mismo usar un asistente para tareas impersonales que invitarlo a la sobremesa de nuestra vida digital. La gran pregunta es qué impacto psicológico tendrá la presencia constante de una entidad no humana capaz de analizar, replicar y mediar en nuestros vínculos más profundos y personales.
Al final, la cuestión que deja en el aire el abogado Rolando Susante va más allá de la propia IA de Whatsapp. Quizás el verdadero debate es qué estamos dispuestos a ceder a cambio de la comodidad y la eficiencia. Puede que al abrazar estas funcionalidades de IA en Meta para que piensen, resuman y sientan por nosotros, estemos renunciando a una parte esencial de lo que nos hace humanos: el esfuerzo, el error y la maravillosa imperfección de comunicarnos.