En el panorama económico actual, los desafíos laborales se multiplican y afectan a todo tipo de sectores, desde la industria tradicional hasta las empresas tecnológicas más innovadoras.
El debate sobre la jornada laboral, la creciente preocupación por el absentismo y la dificultad para captar perfiles especializados dibujan un escenario complejo en el que las organizaciones deben adaptarse para no perder competitividad.
En España, la discusión política en torno a la reducción de la jornada semanal de 40 a 37,5 horas ha sido uno de los temas más polémicos de los últimos meses.
Aunque la propuesta fue rechazada en el Congreso, el simple hecho de haber llegado tan lejos evidencia que el debate está instalado en la agenda social y empresarial.
Y lo cierto es que la reacción de las compañías refleja un temor claro: cómo mantener los niveles de productividad en un contexto de cambios laborales que ya generan incertidumbre.
Los efectos de la reducción de jornada en las empresas tech
El Barómetro de Preocupaciones de las Empresas elaborado por InfoJobs confirma que casi cuatro de cada diez organizaciones consideran que la reducción de la jornada laboral es uno de los principales retos a corto plazo. La inquietud se centra en la posibilidad de mantener la productividad, un aspecto que en sectores como la industria o la agricultura alcanza el 50% de preocupación.
Además de la productividad, los responsables señalan otros desafíos como la capacidad de sostener ingresos con menos horas de trabajo, la organización de plantillas con turnos adicionales o la posibilidad de que la calidad del servicio se vea afectada.
Estos argumentos ponen sobre la mesa la dificultad de introducir cambios estructurales en un mercado donde, según Eurostat, la productividad por hora en España ya se sitúa ligeramente por debajo de la media europea.
Absentismo laboral, un desafío creciente
El absentismo se ha consolidado como otro de los grandes problemas de las empresas, también en las tecnológicas. Los datos del Ministerio de Seguridad Social muestran un incremento del 78% en las ausencias por incapacidad temporal desde 2019. De acuerdo con InfoJobs, una de cada tres compañías reconoce que el absentismo ha crecido en el último año.
Los sectores primario y secundario son los más golpeados, con un 41% de empresas que detectan un incremento respecto al ejercicio anterior. Pero más allá de los números, el debate se centra en los motivos: la falta de compromiso, la dificultad para diferenciar entre ausencias justificadas o no y la ausencia de transparencia en las causas.
Todo ello complica que las empresas apliquen medidas preventivas eficaces y que los equipos de recursos humanos gestionen el impacto.
Escasez de talento y dificultades de retención
El tercer gran frente es la falta de talento cualificado, un problema que arrastra el tejido empresarial español desde hace años y que afecta especialmente a las compañías tecnológicas.
El Banco de España advierte que más del 45% de las empresas señalan la disponibilidad de mano de obra como uno de los principales problemas de su actividad.
El informe de InfoJobs sitúa la escasez de talento como la mayor preocupación, por encima incluso de la jornada laboral y del absentismo. Más de la mitad de las empresas encuestadas lo consideran su principal obstáculo, y un 14% lo coloca como la primera amenaza a resolver, sobre todo en las tecnológicas.
Este diagnóstico coincide con los datos del SEPE, que apuntan a una carencia de competencias técnicas y experiencia como las causas principales de que muchos puestos queden sin cubrir.
Empresas tecnológicas y la presión de la innovación
El impacto de estas dificultades se siente con especial fuerza en las empresas tecnológicas españolas. Startups y compañías consolidadas en el ámbito digital compiten en un mercado global en el que la innovación marca la diferencia. Sin embargo, la falta de perfiles especializados en programación, ciberseguridad o análisis de datos retrasa proyectos y eleva el coste de contratación.
A esto se suma que los procesos de selección son cada vez más largos. Una de cada diez empresas afirma que tarda más de cinco meses en encontrar al candidato adecuado, lo que limita la capacidad de respuesta frente a la competencia internacional. En muchos casos, las vacantes permanecen abiertas durante meses por la escasez de profesionales con dominio de idiomas o habilidades técnicas avanzadas.
Capacidades técnicas, la gran carencia
La principal razón que esgrimen las compañías para explicar esta falta de talento es la carencia de competencias técnicas. El 54% de las empresas que sufren procesos de selección largos admiten que no encuentran candidatos con la formación adecuada. Además, un 39% señala que hay pocos aspirantes para puestos muy específicos y un 34% reconoce la ausencia de habilidades sociales en quienes aplican.
El resultado es un círculo vicioso: los procesos se alargan, las vacantes permanecen sin cubrir y la presión sobre los equipos existentes aumenta, lo que a su vez incrementa la rotación y alimenta la fuga de talento. Las tecnológicas, que viven de la velocidad y la capacidad de adaptación, son las que más acusan estas tensiones.