El verano de 2025 será recordado como un punto de inflexión climático en España. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que se trató del más caluroso desde que existen registros, con temperaturas medias que superaron en 2,1 ºC la media estacional. Un dato que no solo pulveriza récords anteriores, sino que también alerta sobre la magnitud de los cambios que enfrenta nuestro país.
Los efectos de este fenómeno se han sentido en todos los rincones de la península, con olas de calor más largas, intensas y extendidas de lo habitual. Y mientras la ciudadanía busca respuestas, la AEMET ya anticipa un otoño marcado por temperaturas inusualmente cálidas y lluvias escasas en gran parte del territorio. Un escenario que vuelve a poner en el centro del debate los riesgos del cambio climático.
2Las zonas más castigadas por el calor extremo

El interior de la península fue la región que sufrió las anomalías más severas. Galicia y las dos mesetas registraron valores hasta 3 ºC por encima de lo habitual, un nivel que impacta directamente en la vida diaria de millones de personas. Según la AEMET, tanto junio como agosto tuvieron carácter “extremadamente cálido”, siendo los más cálidos de sus respectivas series históricas.
Junio, en particular, se convirtió en el mes más anómalo desde que se tiene constancia, con 3,6 ºC por encima de la media. Agosto, por su parte, igualó al de 2024 como el más cálido jamás registrado. Incluso julio, que dio un respiro con temperaturas más suaves, no fue suficiente para compensar la tendencia general. La AEMET subraya que estos contrastes forman parte de la dinámica climática, pero que el patrón de fondo es inequívoco.