El verano de 2025 será recordado como un punto de inflexión climático en España. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que se trató del más caluroso desde que existen registros, con temperaturas medias que superaron en 2,1 ºC la media estacional. Un dato que no solo pulveriza récords anteriores, sino que también alerta sobre la magnitud de los cambios que enfrenta nuestro país.
Los efectos de este fenómeno se han sentido en todos los rincones de la península, con olas de calor más largas, intensas y extendidas de lo habitual. Y mientras la ciudadanía busca respuestas, la AEMET ya anticipa un otoño marcado por temperaturas inusualmente cálidas y lluvias escasas en gran parte del territorio. Un escenario que vuelve a poner en el centro del debate los riesgos del cambio climático.
1AEMET: Un verano de récords que marca un antes y un después

Los datos aportados por la AEMET son contundentes. La temperatura media del verano alcanzó los 24,2 grados, situándose 2,1 ºC por encima de lo normal. Este incremento no es un detalle menor: supone superar incluso al verano de 2022, que hasta ahora ostentaba el récord. Nueve de los diez veranos más cálidos de la historia se concentran en este siglo, un patrón que refleja una tendencia sostenida.
En este verano se registraron tres olas de calor: dos en la península y Baleares y una en Canarias. En total, 33 días bajo episodios extremos, que han convertido a 2025 en el segundo verano con más jornadas sofocantes desde que se llevan registros. Para la AEMET, no se trata de fenómenos aislados, sino de una señal clara de que la atmósfera está respondiendo a un calentamiento global cada vez más acelerado.