El mundo de Sueños de libertad se edifica cada capítulo a través de miradas que dicen menos de lo que guardan, confesiones que titubean en los labios, pactos que parecen llegar a forma de tinta invisible. Cada personaje transita por un tablero lleno de lealtades y traiciones, por un pasado que atenta de forma diabólica contra cualquier propuesta de futuro. En la actual etapa de la historia, las sospechas, los chantajes y los silencios pesan tanto como los hechos.
1EL ECO DE LOS PASOS DE MARÍA EN SUEÑOS DE LIBERTAD

Begoña empieza a comprender que algo no termina de encajar en su ámbito más próximo. Su mirada se centra, en estos instantes, en su amiga María, pues sus maneras la inquietan y, a partir de ese instante, se va incrementando el recelo conocido del que ya no puede hacer oídos sordos. Hasta el sencillo sonido de unos pasos en la habitación conjunta empieza a ser un recordatorio de que la verdad apremia instantes en que menos lo desearíamos.
La intriga y lo misterioso va aumentando cuando, guiada por su intuición, empieza a presentir que está a punto de descubrir a alguien que esconde más de lo que desea mostrar. Su inquietud no hace más que aumentar cuando Julia y la pequeña lanzan un inocente comentario sobre los zapatos de María. Un pequeño detalle que puede parecer trivial de pronto se transforma en el desencadenante de la crispación. Por su parte, Gabriel, siempre certero, se da cuenta de todo el riesgo que lleva consigo y comienza a intentar enfriar las sospechas antes de que empiezan a volar de la mano de la pólvora.
El abogado conoce, de sobra, que un simple tropiezo puede hacer como un edificio de naipes derribándose sobre todas las mentiras que se ha empeñado en sostener.
El clima familiar va subrayándose, ha comenzado a crecer el sopor en las conversaciones que empiezan a sostenerse con un cierto temblor, las miradas se cruzan entre ellos con aire cauto y suspicaz; la sombra de la duda se va extendiendo entre todos; en consecuencia, la pequeña María empieza a adquirir significado en los gestos cargados de su tono de voz.