En nuestro país, el uso de dinero en efectivo sigue siendo parte de la vida diaria de millones de consumidores, aunque las reglas en torno a su utilización han cambiado con el paso de los años. En supermercados como Mercadona, este tema cobra especial relevancia debido a los límites que establece la normativa vigente y que afectan directamente a las compras de gran volumen.
Mercadona ha confirmado que los clientes no podrán abonar en efectivo operaciones que superen los 999,99 euros. Esta medida no es un capricho de la empresa, sino una consecuencia de la legislación contra el fraude fiscal. Aunque pueda generar dudas entre los compradores, responde a un marco legal diseñado para reforzar la transparencia de las transacciones.
4El papel de los consumidores frente a la normativa
Aunque algunos clientes puedan considerar esta restricción como una traba, la realidad es que el límite de 999,99 euros rara vez afecta a la compra habitual de un hogar medio. El gasto mensual en alimentación y productos de primera necesidad rara vez alcanza tales cifras, salvo en negocios que adquieren al por mayor o en familias numerosas que realizan compras muy grandes.
No obstante, la existencia de esta regla ha generado interrogantes. Algunos consumidores se preguntan si supone una pérdida de derechos frente al uso del dinero en metálico. Expertos en derecho financiero subrayan que no se trata de una prohibición absoluta, sino de una regulación concreta vinculada a la lucha contra prácticas ilícitas.
De hecho, organismos como el Banco de España recuerdan que el efectivo sigue siendo un medio de pago de curso legal. Simplemente, está sometido a un marco de límites en escenarios específicos. En el caso de Mercadona, se trata de garantizar que cada transacción esté dentro de la legalidad vigente y sin riesgo de sanciones.








