La separación de Kiko Rivera e Irene Rosales ha vuelto a situarse en el centro del interés mediático, especialmente en la sección Gossip de Merca2, donde cada movimiento de ambos sigue generando comentarios y análisis. Tras semanas de rumores, fuentes cercanas al DJ han confirmado que Kiko ha optado por un enfoque prudente y reservado respecto a su ruptura. Según estas fuentes, el hijo de Isabel Pantoja ha establecido un auténtico “pacto de silencio” con su entorno más cercano, con el objetivo de preservar la intimidad de ambos y minimizar el impacto mediático. “Ha pedido a todos sus amigos que no comentemos nada a los periodistas sobre su separación. Incluso Fran, su representante, cumple esta especie de pacto de silencio. Por eso, prefiero no hablar del tema”, ha declarado un allegado a ‘La Razón’, dejando claro que Kiko quiere mantener la discreción en un momento complicado de su vida personal.
2Kiko Rivera se compra una casa

En este contexto, se ha revelado que Kiko Rivera se ha comprado un chalet con piscina en Mairena del Aljarafe, una localidad situada a apenas seis kilómetros de Castilleja de la Cuesta, donde vivía con Irene. La cercanía entre ambas residencias permite que la logística de los cuidados y visitas de las niñas sea más sencilla, pero también garantiza la independencia de cada uno, dando espacio a ambos para rehacer sus vidas de manera separada. Esta adquisición refleja, según las fuentes, la intención de Kiko de mantener un equilibrio: estar cerca de su familia pero, al mismo tiempo, disponer de un refugio propio donde poder gestionar sus emociones y su día a día sin presiones externas.
El acuerdo al que han llegado Kiko e Irene tras la separación también pone de manifiesto la madurez con la que ambos están afrontando la situación. La idea de un pacto de silencio no solo protege la intimidad de la pareja, sino que evita que comentarios desafortunados o especulaciones dañen la relación futura con sus hijas. La discreción de Kiko ha sido clave en estos momentos, y su círculo más cercano asegura que él ha pedido expresamente que nadie hable con la prensa, lo que incluye incluso a su representante, Fran. Este enfoque no solo demuestra cautela, sino también una estrategia consciente de proteger su reputación y la de su familia frente a la exposición mediática que siempre ha acompañado a los Pantoja y a sus descendientes.