Las familias de poder también suelen estar llenas de secretos, ambiciones y silencios, que valen más que una fortuna. El último giro en la historia de Sueños de libertad ha sido inesperado para los personajes y el público: María ha decidido seguir rehabilitándose en una clínica de Madrid y, como no podía ser de otra manera, ha llamado a Gabriel para que la acompañe. Esta opción le deja descolocado a su marido, Andrés, y desencadena nuevas tensiones en una serie que ya arrastra la inminente muerte de Don Pedro y un tira y afloja por el control de la empresa familiar.
3LA FABRICA, EL PODER Y NUEVOS PROYECTOS EN SUEÑOS DE LIBERTAD

Fuera de las tensiones internas, la fábrica se convierte en el eje de otra batalla: la de la imagen. La visita de Miguel Ángel Vaca, acompañado por una multitud de periodistas, provoca inquietud y nerviosismo en Pelayo, que teme que el delicado estado de Marta termine por deteriorar la imagen de la empresa justo cuando más necesita mostrarse sólida ante la opinión pública.
El clima se enrarece aún más con la visita del Gobernador: no una visita protocolaria, sino una visita exitosa porque no solo mejora la proyección mediática de la empresa, sino que además anuncia un proyecto de gran importancia que puede cambiar la economía de la zona, sí, incluso algo de las vidas de los habitantes de la región.
Sin embargo, la foto familiar que cierra el día oculta una ausencia estratégica; alguien se escapa deliberadamente de la imagen y favorece uno de sus mensajes: el cuaresmal ario, el silente, pero de apropiada elocuencia. En los laboratorios siguen adelante Luz y Begoña con la perfección del ungüento de aloe vera, el ungüento que es sinónimo de la persistente búsqueda de innovación ante la rigidez de la tradición.