jueves, 18 septiembre 2025

Ryanair mantiene su pulso con el Gobierno español por las tasas de AENA

La situación de tensión entre Ryanair y el Gobierno Español, marcada por el conflicto con AENA, se mantiene. La empresa irlandesa, bandera internacional de las aerolíneas low cost, es una de las claves de la aviación comercial en Europa, y la más popular del país, responsable de 1 de cada 5 personas que se trasladan a través de los aeropuertos españoles. 

En esa realidad el duelo entre ambas partes por el precio de las tarifas aeroportuarias se mantiene y ya el consejero delegado de la aerolínea, el siempre controvertido Michael O’Leary, dejó caer en una entrevista en el Financial Times que durante las próximas semanas seguramente anunciaría que reduciría las plazas en España en otro millón de asientos. No especifica cuáles, pero sí deja claro que de momento favorecerá las ciudades más atractivas para la empresa, es decir, Madrid y Barcelona no deben preocuparse, ni espacios turísticos como Palma de Mallorca, pero Jerez sí puede verse abandonada. 

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Lo cierto es que la estrategia de la empresa los obliga a rascar lo que puedan de cada uno de los billetes que venden. El ser una empresa low cost los pone en una situación delicada ante cada aumento en los costos, y los viajes con menor ocupación son vistos como un lastre en este tipo de  situaciones. Al mismo tiempo, son zonas que para el Gobierno requieren atención, y que no pueden dejar abandonadas, lo que hace que funcionen como estrategia de presión contra el aumento de las tarifas, aunque de momento otras low cost como Volotea y Vueling de momento han aparecido para ocupar estos espacios, pero el proceso ha sido lento. 

En cualquier caso, el Gobierno y AENA no parecen dispuestos a dar su brazo a torcer. Es cierto que la situación con Ryanair, también en el centro de la controversia por el cobro del equipaje en cabina, se ha complicado después de que el propio O’Leary llamará al ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, un «Loco Comunista». Esto ha complicado la situación más allá del costo económico de las tarifas de AENA, y ha dejado un espacio insalvable entre las partes. 

EL GOBIERNO CONSIDERA QUE LAS DECISIONES DE RYANAIR SON UN CHANTAJE

Cuando la empresa anunció su primer recorte de vuelos en territorios españoles desde el Gobierno, se tradujo la decisión como un acto de «chantaje». Desde entonces no ha habido voluntad de una negociación que revise las tarifas aeroportuarias de AENA o bien de la propia Ryanair para buscar otros incentivos que sirvan para facilitar su presencia en estos aeropuertos. De momento, la única solución que se ha encontrado ha sido buscar otras aerolíneas que eviten que estas zonas queden desconectadas a nivel aeronáutico. 

El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, durante una rueda de prensa de Ryanair, a 11 de febrero de 2025, en Madrid. Fuente: Agencias
El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, durante una rueda de prensa de Ryanair, a 11 de febrero de 2025, en Madrid. Fuente: Agencias

También es cierto que la estrategia de Ryanair no se ha aplicado únicamente a nivel español. La empresa ha reaccionado de forma parecida a situaciones similares en Alemania y Francia, y ha conseguido también reacciones parecidas. Lo cierto es que para la empresa es una decisión lógica, pero que empeora sus relaciones con gobiernos en un momento clave para el turismo global, y en el que la empresa low cost es uno de los jugadores clave. 

En cualquier caso, de momento no hay demasiados cambios en ambas posiciones. También es cierto que las zonas afectadas se ven en una situación especialmente delicada al llegar la temporada navideña, precisamente la que atrae más viajeros que vuelven al pueblo, y que, por tanto, visitan algunas de las zonas menos turísticas del país. 

UN PLEITO DE LARGO RECORRIDO

En cualquier caso, la situación no es una novedad, y para Ryanair la controversia es un espacio normal que están acostumbrados a habitar. De hecho, la empresa ha asumido su choque con los gobiernos, al tiempo que el sarcasmo y la ironía llenan sus redes sociales cuando hablan de la situación. Es una estrategia que marca también los comentarios de O’Leary, y que recuerda lo acostumbrada que está la empresa a funcionar con esta tensión. 

Ha marcado también la estrategia de la empresa de cara a los problemas con el equipaje de mano, y los comentarios sobre el espacio en sus asientos. Es parte de su identidad, y no debería ser una sorpresa que se traslade también a sus negociaciones con AENA y otras empresas e instituciones similares. 


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